En 2023, la media de automóviles de pasajeros en la Unión Europea se sitúa en 0,55 por habitante, lo que representa una disminución de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Esta información proviene de las estadísticas regionales sobre transporte publicadas recientemente por Eurostat, que también detalla otras conclusiones clave sobre la propiedad de vehículos en diferentes regiones.
Las tasas de motorización, es decir, el número de automóviles por cada 1.000 habitantes, suelen estar vinculadas a las condiciones económicas de cada área, aunque también pueden verse afectadas por circunstancias específicas. Un ejemplo de esto es el caso de la región de Valle d’Aosta en Italia, que presenta una alta tasa de motorización gracias a reglas tributarias favorables.
Entre las regiones con las tasas de motorización más elevadas, se destaca Valle d’Aosta con 2.295 automóviles por cada 1.000 habitantes, seguida por la Provincia Autónoma de Trento con 1.521 y la Provincia Autónoma de Bolzano/Bozen que cuenta con 915. De las diez regiones con más automóviles, seis son de Italia, mientras que el resto corresponde a Finlandia, Grecia, los Países Bajos y Chequia. Por otro lado, en el extremo opuesto de la escala, regiones como Mayotte en Francia muestran una motorización de apenas 83 automóviles por cada 1.000 habitantes, seguidas por Peloponnisos en Grecia y Guyane en Francia con tasas de 206 y 223, respectivamente.
En cuanto a la electrificación del parque automovilístico, los Países Bajos y Suecia se destacan por tener la mayor proporción de automóviles eléctricos en relación con el total. Flevoland en los Países Bajos lidera con un 17,1% de vehículos eléctricos, seguida por Estocolmo en Suecia con un 10,7%. También figuran Hovedstaden en Dinamarca y Utrecht en los Países Bajos, ambas con un 8,6%. Dentro del top 10 de regiones con más alto porcentaje de coches eléctricos, cinco se encuentran en Dinamarca, mientras que otras dos son de los Países Bajos, dos de Suecia y una de Bélgica.
Por el contrario, las regiones con menor proporción de vehículos eléctricos evidencian un panorama preocupante. Cerca de 6 de ellas están en Grecia, junto con 2 en España y 2 en Polonia, lo que resalta las disparidades en la adopción de tecnologías más sostenibles dentro de la comunidad europea.