El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó de «completamente inaceptables» las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense a tres destacados grupos palestinos de derechos humanos. Estas sanciones fueron anunciadas por el Departamento de Estado estadounidense e involucran a organizaciones que respaldan a la Corte Penal Internacional en la investigación de crímenes de guerra ocurridos en Gaza. Las ONG afectadas son Al-Haq, el Centro Palestino para los Derechos Humanos y el Centro Al-Mezan, y estas medidas siguen a sanciones anteriores impuestas en junio a otra importante organización, Addameer.
Türk subrayó la labor esencial de estas ONG en la promoción de derechos humanos y la rendición de cuentas. Afirmó que estas sanciones no solo desincentivan la acción de la sociedad civil en Palestina e Israel, sino que también tienen implicaciones a nivel global. Resaltó que, en un momento en que se violan sistemáticamente el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos en la región, el trabajo de estas organizaciones es más crítico que nunca.
El Alto Comisionado advirtió que las sanciones podrían amplificar la impunidad y silenciar a las víctimas, lo que facilitaría las violaciones de derechos humanos y los crímenes internacionales. Instó al gobierno de Estados Unidos a retirar todas las sanciones, en particular aquellas impuestas a la Relatora Especial sobre Derechos Humanos de los Palestinos y a varios magistrados y fiscales de la Corte Penal Internacional.
Mientras tanto, la situación en Gaza se deteriora drásticamente. La jefa de comunicaciones para Medio Oriente de UNICEF, Tess Ingram, describió la ciudad como un lugar de «miedo, éxodos y funerales». Casi un millón de personas permanecen atrapadas en Gaza, enfrentando un colapso de los servicios básicos, lo que pone en riesgo la vida de los más vulnerables. La ONU también ha confirmado la existencia de hambruna en la región, que se vio oficialmente reconocida el 22 de agosto.
El personal de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU reportó que las fuerzas israelíes atacaron un rascacielos en Gaza que supuestamente estaba siendo utilizado para operaciones militares, afectando además a tiendas de campaña de personas desplazadas. La población en el norte de Gaza se encuentra atrapada, ya que los campamentos de desplazados están saturados y el transporte hacia el sur es prohibitivamente costoso.
OCHA ha denunciado que las autoridades israelíes están restringiendo severamente los movimientos del personal humanitario, lo que complica aún más la situación. A pesar de estos desafíos, la ONU logró enviar algunos suministros básicos y reparar infraestructura esencial en la región. Sin embargo, los trabajadores humanitarios continúan exigiendo un acceso más amplio y seguro para hacer frente a la creciente crisis de hambre y desnutrición en Gaza.
Con respecto a Cisjordania, OCHA informó que más de 2,780 palestinos han sido heridos este año por las fuerzas israelíes o colonos, un aumento del 39% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, más de 1,150 estructuras en Cisjordania han sido demolidas por carecer de permisos de construcción.
Más de 40 expertos en derechos humanos han instado a la Asamblea General de la ONU a actuar frente a la grave situación en Gaza, advirtiendo que el silencio y la inacción de la comunidad internacional no son opciones viables ante lo que describen como «atrocidades en masa». La exigencia es clara: se necesita una respuesta firme para prevenir una catástrofe aún mayor y garantizar la protección de la población civil.
Fuente: ONU últimas noticias