Con la llegada del verano, también llegan las ansiadas vacaciones, un periodo aprovechado por millones de españoles para salir de viaje y descansar de la rutina diaria. Los que no descansan son los ladrones, que durante esta época aumentan su actividad. Tal es el caso, que según un informe del comparador Acierto, los robos se disparan en verano un 35%.
El seguro de hogar, clave
Para hacer frente a esta situación, el seguro del hogar resulta clave. Hay que tener muy en cuenta lo que nos cubre la póliza, ya que existen pólizas muy básicas referidas al continente y otras que cubren desde los objetos sustraídos hasta el cambio de cerradura.
Lo primero que hay que hacer es diferenciar, pues dependerá del tipo de póliza y del tipo de acto. No es lo mismo que se trate de un hurto o de un robo, o que nuestra póliza cubra el contenido o el continente. El contenido es lo que se encuentra en el interior, y el continente, lo que contiene esos objetos, es decir, las paredes, ventanas, puertas, etcétera.
Las más básicas, únicamente se responsabilizan de los daños en el continente. En el caso de tener muchas cosas de valor, será recomendable declararlas en el seguro. Así en caso de ser robadas, el seguro cubrirá la pérdida.
Respecto a la distinción entre robo y hurto, este primero ha de conllevar violencia, intimidación, etcétera. En el segundo no existe ningún tipo de intimidación. Un hurto, por ejemplo, se produciría si dejamos pasar a unos supuestos “técnicos” y estos nos quitan algo.
A pesar de su utilidad, el 24% de los españoles no tienen contratado ningún tipo de seguro del hogar. De todos los que lo tienen, el 74% aseguran haberlo utilizado en alguna ocasión, mientras que el 46% lo ha utilizado en dos ocasiones. Tampoco deberíamos pasar por alto que durante los últimos años los robos en domicilios con fuerza han aumentado un 20%.
Por otra parte, los robos no son el único riesgo al que se enfrentan los propietarios de viviendas no aseguradas, sino que las consecuencias de sufrir una avería que pueda afectar a terceros cuando nos encontramos lejos del domicilio también pueden ser graves.
Precauciones básicas
Para evitar que los ladrones puedan entrar en nuestro hogar, podemos poner en marcha algunas acciones sencillas. Entre ellas está la de no compartir en redes sociales que nos vamos de viaje, avisar a los vecinos para que nos recojan el correo o utilizar programadores para que las luces se enciendan a determinadas horas.
Guardar los objetos de valor en una caja de seguridad e instalar una alarma (tenemos que declararlo en el seguro y conectar esta segunda si queremos que nos cubran), cerrar bien puertas y ventanas -e instalar rejas, persianas de seguridad etcétera-, no desconectar el fonoporta, y decirle a algún conocido que se pase por casa si tiene la posibilidad, son otras opciones muy recomendables.
En caso de robo lo primero que deberemos hacer será llamar a la policía, que se encargará de verificar los daños, etcétera. Tendremos que poner una denuncia, en la que ha de figurar una lista de los bienes sustraídos y su correspondiente documentación. Eso último agilizará todo el proceso con la aseguradora.