En Haití, el incremento de ataques a los medios de comunicación por parte de bandas armadas ha generado una creciente preocupación en la comunidad periodística y entre organizaciones internacionales. Las bandas ejercen control sobre la mayor parte de Puerto Príncipe, y su finalidad parece ser la intimidación de los periodistas, buscando infundir el caos en la población. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha expresado su alarma ante esta situación, señalando que el país atraviesa una crisis humanitaria, económica y política, acompañada por un evidente colapso del orden público.
Durante la última semana, tres medios de comunicación en Haití han sido objeto de ataques, lo que marca un aparente cambio en la estrategia de las bandas, que buscan aislar a la ciudadanía y dificultar la labor de los informadores. Frantz Duval, director del periódico Le Nouvelliste, subrayó que el periodismo haitiano ha estado bajo asedio durante un largo periodo, recordando cómo sus instalaciones fueron destruidas hace un año, y cómo otros medios también han sufrido agresiones.
En este escenario, el acceso a información confiable se convierte en una cuestión de vida o muerte para los ciudadanos. Eric Voli Bi, jefe de la oficina de UNESCO en Haití, indicó que la situación es alarmante, con repetidas agresiones a civiles y periodistas, y destacó la necesidad urgente de garantizar la seguridad de los trabajadores de la prensa.
La historia de Le Nouvelliste, con más de un siglo de labor, enfrenta un reto sin precedentes que ha paralizado su operación tanto en términos de logística como de acceso a datos. Duval relató que tras el ataque a sus instalaciones, habían pasado diez meses sin poder acceder a sus archivos, lo que ha reducido su operación a un medio de comunicación online.
Por su parte, Hervé LeRouge, director de otros medios, expuso que aunque su equipo no ha sido atacado directamente, sí ha sufrido la violencia de las bandas, que han devastado sus negocios de construcción, lo que resalta la precariedad que enfrentan muchos trabajadores en Haití. A la crisis de seguridad se suma una grave crisis económica para la prensa; los ingresos por publicidad han disminuido drásticamente, lo que pone en riesgo la viabilidad de los medios.
La UNESCO está colaborando con el Ministerio de Comunicaciones para reestructurar la radiotelevisión nacional y está utilizando redes sociales y la radio para facilitar el acceso a información verificada. Sin embargo, la inestabilidad característica del país afecta gravemente la capacidad de los periodistas para reportar de manera efectiva y segura.
Los periodistas, acostumbrados a trabajar en condiciones difíciles, siguen comprometidos con informar a la comunidad sobre los peligros que enfrentan y sobre las zonas seguras disponibles. Según Voli Bi, el derecho a la información y la libertad de prensa son elementos esenciales en un contexto tan violento, y conocer la verdad puede actuar como un remedio vital en una sociedad desgarrada por el conflicto. La determinación de los periodistas de permanecer en su país y seguir informando, a pesar de los riesgos, subraya su compromiso con la verdad y la justicia en Haití.
Fuente: ONU últimas noticias