Osasuna y Athletic de Bilbao ofrecieron bastante poco en el Reyno de Navarra. Era un duelo que se vive con mucha intensidad en Pamplona, no solo debido a la rivalidad regional, sino también por el gran número de jugadores que se marchan del Osasuna para poder triunfar en un club de mayor nombre como es el Bilbao. Las mejores ocasiones las tuvo el conjunto de Caparrós, el cual no fue capaz de llevarse la máxima puntuación que le hubiera colocado en puestos europeos. Los rojillos están a siete del descenso y no deben confiarse en creer que ya están salvados.
En un partido en el que hubo de todo menso buen fútbol, el Ahtletic de Bilbao supo tratar a un Osasuna muy centrado en no dejar jugar al rival. Camacho era consciente de la inferioridad, a pesar de jugar como local, y por ello trató de dar por bueno el empate. Fue Llorente el que más lo intentó por parte de los Leones (demostrando que puede acudir a la apuesta por el Mundial de fútbol) pero en ninguna de las ocasiones pudo sorprender al meta Ricardo, my seguro durante todo el partido.
La jugada polémica llegó justo antes del descanso, cuando Teixeira Vitienes se comió un claro penalti de Amorebieta sobre Aranda, el cual pudo cambiar la trayectoria del partido. En la segunda mitad no hubo mucho que destacar y el empate fue el resultado más justo si no tenemos en cuenta el penalti de Amorebieta. Los de Caparrós deberán vencer todos los partidos que les quedan si quieren estar en Europa, lo mismo que deberán hacer los navarros si quieren asegurarse la permanencia.
