Las fuerzas armadas rusas han sido acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra en la región de Kherson, Ucrania. Según un informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania, divulgado el pasado miércoles, estas violaciones han estado marcadas por un patrón de ataques dirigidos a civiles mediante drones desde julio de 2024, afectando a la ciudad de Kherson y a 16 localidades circundantes bajo control del Gobierno ucraniano.
Los datos del informe son inalarmantes: casi 150 civiles han perdido la vida y cientos más han resultado heridos en estos ataques que se han desarrollado a lo largo de más de 100 kilómetros en las zonas fluviales. La Comisión concluye que la repetición sistemática de estos atentados durante más de 10 meses sugiere que están planificados y organizados.
En su investigación, los comisionados examinaron más de 300 vídeos de ataques y entrevistas a más de 90 residentes, obteniendo testimonios desgarradores. Una mujer de Poniativka rememoró la muerte de su marido, quien falleció en sus brazos tras ser herido por un ataque. La rapidez de estas agresiones, a menudo sin previo aviso, ha dejado a las víctimas desprotegidas en situaciones cotidianas.
Los drones utilizados en estos ataques son principalmente civiles y han sido adaptados para llevar explosivos. Estas aeronaves permiten a sus operadores rastrear y atacar objetivos distantes, haciendo más difícil la defensa para las civiles. Además, algunos vídeos de los ataques han sido difundidos en canales de Telegram, donde se normaliza la violencia al presentarla con un estilo similar al de los videojuegos.
La defensa de los heridos ha sido igualmente puesta en peligro, con ambulancias atacadas por drones impidiendo que lleguen a los heridos. Testimonios recogidos en el informe indican que la población de la región vive un estado constante de terror, con un miedo palpable marcado por la expectativa de ataques aéreos.
El informe destaca que el uso de aviones no tripulados contra civiles es una violación de las normas del derecho internacional humanitario. Así, las fuerzas rusas han perpetrado crímenes de guerra intencionales, que no solo incluyen ataques a vidas humanas, sino también la difamación de la dignidad personal mediante la divulgación de imágenes de víctimas.
La proliferación de mensajes amenazantes en plataformas como Telegram también ha contribuido a un clima de miedo incesante, sugiriendo un esfuerzo coordinado por parte de las autoridades rusas para desalojar a la población de Kherson. La Comisión ha señalado que esto podría constituir un crimen de lesa humanidad, específicamente en relación con el traslado forzoso de personas.
La Comisión Internacional tiene el mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar estas violaciones y, al actuar independientemente de cualquier gobierno, afirma su compromiso de llevar la verdad a la luz sobre los horrores que vive la población ucraniana.
Fuente: ONU últimas noticias
