En el corazón de León, Teresa Fernández Casado, considerada la segunda persona con mayor longevidad de España, se ha convertido en una representación viva de la vitalidad y del cuidado personal en un mundo cada vez más acelerado. A punto de cumplir 112 años, este 29 de julio, Teresa ha transformado su vida en una lección sobre resiliencia.
Durante una reciente entrevista con el doctor Manuel de la Peña, un reconocido experto en longevidad, Teresa compartió los secretos detrás de su sorprendente longevidad. A los 101 años, sufrió una obstrucción en una arteria del corazón que la llevó a ingresar por primera vez en un hospital, donde le implantaron un stent, permitiéndole recuperar su salud y seguir adelante con su vida.
El doctor de la Peña remarcó que la edad no es un impedimento para someterse a intervenciones médicas. En su entrevista, Teresa mostró un espíritu excepcional, conservando plenas facultades mentales y una memoria notable. Su alimentación, rica en verduras y una vida activa que incluye cantar y bailar, son pilares de su bienestar. Aunque ha desarrollado intolerancia a la glucosa, sigue un régimen de insulina y medicamentos que le permiten mantener niveles óptimos de colesterol y presión arterial.
La vida de Teresa ha estado marcada por la superación de dificultades, incluida la pérdida de visión en uno de sus ojos tras un accidente en el campo, así como por las experiencias traumáticas de las Guerras Mundiales y la Guerra Civil española. Se casó a los 18 años y tuvo nueve hijos, entre los cuales su hijo mayor, de 93 años, aún vive, y sus hijas, Manuela y Rosa, la cuidan con dedicación.
En las redes sociales, su historia ha resonado de manera notable, convirtiéndose en un fenómeno viral con más de seis millones de visitas en un video donde comparte sus consejos para mantenerse joven. Esta notable visibilidad subraya un interés creciente en la longevidad y el bienestar.
España se sitúa en un lugar destacado en cuanto a longevidad, y el doctor de la Peña enfatiza elementos cruciales como la dieta mediterránea y un sistema de salud robusto que contribuyen a esta realidad. Él destaca que, con una esperanza de vida que supera la media europea y 20.000 centenarios, hay una necesidad urgente de abordar el envejecimiento de manera proactiva.
Teresa ha presentado su adaptación exitosa al exigente test de longevidad, diseñado para fomentar hábitos saludables en la búsqueda de una vida plena y activa. En la antesala de sus 112 años, se erige como un símbolo de esperanza, mostrando que un espíritu positivo y hábitos de vida saludables pueden iluminar el camino hacia una existencia longeva y significativa.