En un contexto marcado por tensiones financieras y desafíos globales, el Secretario General de la ONU, António Guterres, está promoviendo reformas estructurales significativas para aumentar la efectividad del organismo internacional. Durante una reunión informativa con los Estados Miembros, Guterres delineó un ambicioso plan que busca renovar el funcionamiento del sistema de las Naciones Unidas mediante la reducción de costes, la racionalización de operaciones y la modernización de enfoques en áreas clave como la paz, la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos.
“Son tiempos de peligro, pero también son tiempos de profundas oportunidades y obligaciones”, afirmó Guterres, insistiendo en que la misión de las Naciones Unidas es más urgente que nunca. La iniciativa denominada ONU80, que se lanzará en marzo, se centrará en tres áreas: mejorar la eficiencia operativa, evaluar la ejecución de los mandatos de los Estados miembros y examinar reformas estructurales en todo el sistema de la ONU. Las conclusiones de este trabajo se incluirán en las estimaciones del presupuesto de 2026 que se presentarán en septiembre de este año.
Entre las reformas propuestas, se espera que produzcan «reducciones significativas» en el presupuesto general. Por ejemplo, se proyecta que los departamentos de asuntos políticos y de mantenimiento de la paz podrían ver su personal disminuido en un 20% mediante la eliminación de duplicidades. Guterres también mencionó la consolidación de las actividades antiterroristas y la reubicación de puestos de trabajo desde destinos caros como parte de estrategias para reducir costos.
El primer foco de esta reestructuración es aumentar la eficiencia. Un grupo de trabajo de alto nivel está desarrollando un nuevo modelo que incluirá la consolidación de funciones, la centralización de servicios y el uso ampliado de plataformas digitales. Se ha solicitado a las entidades de la Secretaría que investiguen la viabilidad de trasladar funciones a lugares de menor costo o incluso suprimirlas.
En cuanto a los mandatos existentes, se está llevando a cabo un análisis detallado que ha identificado más de 3600 mandatos solo para la Secretaría General. Este estudio no solo busca agrupar los mandatos, sino también aliviar la carga que representan para los Estados miembros, especialmente aquellos con recursos limitados.
Otra línea de trabajo se centra en los cambios estructurales, para lo cual se han presentado casi 50 propuestas iniciales. Se han formado siete grupos de entidades de la ONU para alinear funciones y potenciar la efectividad general del sistema.
Guterres abordó la crítica situación de liquidez de la organización, clarificando que estas reformas no son una respuesta directa a dicha crisis. La situación se debe, en gran medida, a los atrasos en los pagos de cuotas, destacando que hasta ahora solo se ha recibido la mitad del presupuesto ordinario para 2025, que asciende a 3500 millones de dólares. Las cuotas impagas suman aproximadamente 2400 millones de dólares, con Estados Unidos, China y otros países entre los principales deudores.
Finalmente, el Secretario General subrayó su compromiso de mantener un diálogo constante con los Estados miembros y el personal de la organización para asegurar que sus preocupaciones sean consideradas en el proceso de reestructuración. La iniciativa ONU80 se presenta como una “oportunidad significativa” para fortalecer el sistema de las Naciones Unidas y, en última instancia, mejorar los resultados para quienes dependen de él.
Fuente: ONU últimas noticias