El Secretario General de la ONU expresó este miércoles su profunda preocupación por la escalada de violencia en Sweida, una región del sur de Siria mayoritariamente drusa, donde se han reportado alrededor de 250 muertes, muchas de ellas civiles, además de numerosos heridos y desplazados.
António Guterres, a través de un comunicado difundido por su portavoz, condenó enérgicamente cualquier forma de violencia contra la población civil, haciendo énfasis en informes sobre asesinatos arbitrarios y actos que exacerban las tensiones sectarias, obstaculizando así el proceso de paz y reconciliación en un país que ha sufrido un conflicto sangriento durante catorce años.
El Secretario General también se pronunció en contra de los ataques aéreos realizados por Israel en Sweida, Daraa y el centro de Damasco, al tiempo que instó a cesar las violaciones a la soberanía siria y a respetar el Acuerdo sobre la Separación de las Fuerzas de 1974. Guterres reiteró la necesidad urgente de desescalar la situación y facilitar el acceso humanitario a la población siria.
El estallido de este reciente brote de violencia comenzó el pasado viernes con el secuestro de un comerciante druso en la carretera entre Sweida y Damasco. Posteriormente, el domingo, milicias beduinas pro-gubernamentales y combatientes drusos en oposición al régimen iniciaron enfrentamientos. La intervención del ejército sirio intensificó la situación, generando hostilidades entre sus tropas y milicias locales.
Israel, argumentando la necesidad de proteger a la comunidad drusa, realizó ataques aéreos contra posiciones sirias, lo que llevó a la muerte de al menos una persona y a más de veinte heridos en un bombardeo sobre el Ministerio de Defensa en Damasco. A pesar de que el gobierno sirio anunció un alto el fuego, los enfrentamientos continuaron.
La Comisión de Investigación sobre Siria, establecida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, también expresó su preocupación por la violencia en Sweida, subrayando la necesidad urgente de proteger los derechos humanos. En un comunicado, la Comisión citó testimonios de residentes locales sobre asesinatos, secuestros y un incremento del discurso de odio, al tiempo que denunciaron los ataques aéreos israelíes.
Las agencias humanitarias indicaron que los servicios médicos en la región están al borde del colapso y que los mercados permanecen cerrados, afectando además los servicios esenciales como el agua, la electricidad y la educación. Las operaciones de ayuda de la ONU se han visto interrumpidas a raíz del bloqueo de carreteras, aunque el personal se prepara para actuar tan pronto como sea posible.
La situación ha estado marcada por una alta tensión entre los grupos minoritarios de Sweida, especialmente desde el derrocamiento del expresidente Bashar al-Assad en diciembre del año pasado y la posterior instauración de un nuevo gobierno interino que ha comenzado a recibir reconocimientos internacionales.
Fuente: ONU últimas noticias
