El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su satisfacción por el anuncio de un alto el fuego entre Irán e Israel, divulgado por el presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, a pesar de esta declaración, se reportaron intercambios de fuego y una escalada de ataques en Teherán durante la madrugada del martes, justo antes de que ambas partes confirmaran el acuerdo.
Guterres instó a ambas naciones a cumplir con el alto el fuego, enfatizando que «los combates deben cesar», ya que los ciudadanos de ambos países han padecido demasiado en este conflicto. En su mensaje, el líder de la ONU también expresó su esperanza de que este alto el fuego sirva como modelo para otras áreas de conflicto en el Medio Oriente.
En el marco de esta tensión, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, comentó sobre la decisión de Irán de suspender la cooperación con la agencia y prohibir las inspecciones en sus instalaciones nucleares. Grossi instó a Teherán a restablecer el trabajo conjunto con la comunidad internacional para aclarar dudas sobre su programa de enriquecimiento de uranio. A través de Twitter, el director manifestó su disposición a reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, resaltando que la reanudación de la cooperación es fundamental para alcanzar una solución diplomática al prolongado desacuerdo sobre el programa nuclear.
Las hostilidades entre Israel e Irán, que se iniciaron el 13 de junio con bombardeos israelíes a objetivos nucleares y militares en Irán, han dejado un saldo trágico. Estos ataques no solo destruyeron infraestructuras, sino que también resultaron en la muerte de altos mandos militares y científicos iraníes. En respuesta, Irán lanzó misiles contra Israel, causando importantes daños en Tel Aviv y dejando un número elevado de muertos y heridos.
Mientras que el Ministerio de Salud de Irán reporta al menos 400 muertes, incluidas numerosas mujeres y niños, diferentes organizaciones de derechos humanos han presentado cifras aún más alarmantes, superando los 865 muertos. La violencia ha provocado desplazamientos masivos de población en las principales ciudades iraníes, intensificando la crisis humanitaria en la región.
El conflicto también escaló durante el fin de semana con bombardeos estadounidenses en instalaciones nucleares iraníes. Como represalia, Irán lanzó trece misiles contra la base aérea de Al Udeid, la mayor instalación militar estadounidense en Medio Oriente. A pesar de las tensiones, Irán había advertido previamente a Estados Unidos para minimizar las víctimas colaterales.
Fuente: ONU últimas noticias