En medio de una creciente crisis humanitaria en Gaza, la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Louise Wateridge, ha hecho un llamado urgente para detener el brote de poliomielitis en la región. «Es imperativo detener el brote de polio en Gaza antes de que más niños queden paralíticos y el virus se extienda», declaró. Wateridge subrayó la necesidad de facilitar una campaña de vacunación en el norte de Gaza, solicitando pausas humanitarias que permitan a los equipos de salud llevar a cabo su trabajo.
Se estima que para interrumpir la transmisión del virus, al menos el 90% de los niños de cada comunidad deben recibir una segunda dosis de la vacuna, tras un éxito inicial en la primera ronda de vacunación realizada el mes pasado. Sin embargo, la tercera y última fase de la campaña, que debía comenzar hace más de 24 horas, ha sido pospuesta debido a la intensificación de la violencia, los intensos bombardeos y las órdenes de desplazamiento masivo que han afectado gravemente a la población.
Wateridge enfatizó que las condiciones actuales en el norte de Gaza, caracterizadas por ataques constantes a infraestructuras civiles, ponen en peligro la seguridad de los civiles y dificultan su movilidad. «Las familias no pueden llevar a sus hijos a recibir la vacuna de forma segura, y los trabajadores de salud no pueden operar», añadió la portavoz.
Desde el inicio de la segunda ronda de la campaña de vacunación contra la poliomielitis el 14 de octubre, aproximadamente 442,855 niños menores de 10 años han sido vacunados en el centro y sur de la Franja de Gaza, alcanzando el 94% del objetivo en esas zonas. A pesar de este éxito, la situación en el norte es crítica. Wateridge advirtió que «la pesadilla en el norte de Gaza se está intensificando», con más de 400,000 personas atrapadas en la región, donde los intensos ataques militares han creado un sufrimiento extremo.
En un reciente ataque en el centro de Gaza, al menos 18 personas, incluidos niños y un bebé, murieron en un bombardeo israelí que impactó una escuela que albergaba a desplazados. Este incidente resalta la fragilidad de la seguridad en la región y la desesperación de los civiles que se encuentran atrapados en un conflicto que parece no cesar.
La situación se agrava aún más con la falta de acceso a alimentos y otros suministros esenciales en el norte de Gaza debido a la ofensiva militar, lo que ha dejado a la población en condiciones precarias. La UNRWA ha informado que sus instalaciones han sido severamente dañadas y muchas de sus operaciones se han visto comprometidas.
Philippe Lazzarini, responsable de la UNRWA, ha denunciado que «la ONU nunca ha estado bajo un ataque más feroz», con un número alarmante de miembros del personal de la agencia fallecidos en el conflicto. Además, Lazzarini ha expresado su preocupación por cómo estas violaciones del Derecho Internacional Humanitario en la región podrían impactar el orden internacional y ha llamado a la comunidad internacional a oponerse a cualquier intento de socavar a las Naciones Unidas.
Fuente: ONU últimas noticias
