El PMA Aumenta la Asistencia Frente al Recrudecimiento del Conflicto en la RD Congo

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El PMA refuerza la ayuda ante el recrudecimiento del conflicto en la RD Congo

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) está intensificando su asistencia ante la alarmante crisis humanitaria que afecta a millones de desplazados por los combates en el este de la República Democrática del Congo (RDC). A pesar de los esfuerzos para posicionar reservas de alimentos en algunas áreas, la organización ha advertido que, sin recursos adicionales inmediatos, podría verse obligada a interrumpir sus operaciones rápidamente. Actualmente, 2,8 millones de personas en la provincia enfrentan inseguridad alimentaria aguda, con cerca de un millón de ellas en situación de emergencia. Las proyecciones indican que para enero de 2026, este número podría multiplicarse por siete.

Cynthia Jones, representante del PMA en la RDC, ha expressado su preocupación al señalar que «esta crisis alimentaria corre el riesgo de agravarse si no se toman medidas urgentes». La situación en la región se deterioró tras la ofensiva del Movimiento 23 de Marzo (M23), un grupo rebelde que comenzó a ganar terreno en enero. En menos de un mes, los rebeldes, supuestamente apoyados por Rwanda –lo que Kigali niega–, lograron apoderarse de las capitales de las provincias de Kivu del Sur y Kivu del Norte.

La firma de un acuerdo de paz el 4 de diciembre en Washington, impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, generó esperanzas de calma. Sin embargo, menos de una semana después, los enfrentamientos recrudecieron, y los rebeldes tomaron varias localidades en Kivu del Sur, incluyendo Uvira, que se ha convertido en un nuevo centro operativo tras la caída de Bukavu.

El impacto de los combates ha sido devastador: miles de civiles han muerto o resultaron heridos, y cientos de miles se han visto obligados a abandonar sus hogares, incrementando el número de desplazados que ya asciende a 1,2 millones. La infraestructura básica está colapsando, con centros de salud saqueados, escasez de medicamentos y escuelas cerradas. Más de 391.000 niños han quedado fuera del sistema escolar, y muchas comunidades carecen de acceso al agua potable y atención básica de salud.

La crisis no solo afecta a los desplazados, sino también a las familias anfitrionas, que ya viven en condiciones de inseguridad alimentaria extrema y están compartiendo sus últimas provisiones. Ante esta situación, el PMA ha decidido intensificar su asistencia para ayudar a más de 210.000 personas vulnerables, proporcionando kits alimentarios de supervivencia con alimentos esenciales para prevenir la malnutrición, especialmente entre niños pequeños y mujeres embarazadas o lactantes.

La violencia también ha provocado un aumento de los desplazados hacia países vecinos. En Burundi, el PMA apoya a cerca de 94.000 nuevos llegados mediante la distribución de comidas calientes, mientras que en Rwanda se ha brindado asistencia alimentaria a algunas mil personas. No obstante, la agencia enfatiza que su capacidad de respuesta es prácticamente nula debido a la falta de financiación. Recientemente, el PMA anunció una drástica reducción del 75% en las raciones alimentarias destinadas a los refugiados en Burundi.

Cynthia Jones subrayó la urgente necesidad de financiamiento, solicitando 67 millones de dólares para Kivu del Sur y regiones circundantes, además de 350 millones para mantener las operaciones del PMA en la RDC. También se requieren 39 millones para Burundi y 17 millones para Rwanda, en un contexto de financiación crónica que pone en peligro la ayuda vital para millones de personas.
Fuente: ONU últimas noticias