En pleno siglo XXI, en el 2010, el fútbol sala ha entrado en la polémica por una jugada tonta, digo tonta porque los árbitros tendrían que haber dejado el orgullo a un lado y rectificar, ya que puede ser que no vieran el gol que marcó el capitán de España Javi Rodríguez desde los seis metros, me puedo creer que la cabeza no la tengan en su sitio para intentar razonar que si se mueve la red de esa forma, que si los españoles van corriendo a celebrar el chut, que los rusos se ponen las manos en la cabeza, eso significa que ha entrado el balón, es decir, que ha sido gol.
Una de las cosas que es muy triste, es que no se arrimaran al marcador, a las pantallas de la mesa para ver la jugada, como se hace en otros deportes, y más cuando es un penalti en la ronda, que se juegan la clasificación a un Europeo y demás cosas, por supuesto, los rusos podían haber sido más caballerosos y tirar su penalti fuera, pero ellos querían aprovechar la segunda oportunidad.
Este es el penalti de la discordía.
