El Peligro de las Dietas Rígidas: Frustración y Relaciones Tóxicas con la Comida

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"Las dietas que imponen restricciones estrictas sobre qué se puede o no mezclar tienden a generar frustración, abandono y, en algunos casos, una relación poco saludable con la comida", Oihane Fuertes 

En un contexto donde las redes sociales tienen un impacto significativo en las tendencias de salud y bienestar, la dieta disociada ha cobrado protagonismo. Esta alimentación promueve la idea de no mezclar grupos de alimentos en una misma comida, con el objetivo de facilitar la digestión y favorecer la pérdida de peso. Sin embargo, la nutricionista Oihane Fuertes, del Hospital Quirónsalud Vitoria, advierte que no hay evidencias científicas sólidas que respalden los beneficios que se le atribuyen.

Fuertes explica que la dieta disociada se basa en la premisa de que los alimentos deben separarse según su contenido en macronutrientes, como proteínas, grasas e hidratos de carbono. Además, se considera que frutas y verduras son alimentos neutros y pueden combinarse con cualquier grupo. Esta dieta también sugiere dejar un intervalo de tiempo entre comidas para mejorar el tránsito intestinal.

No obstante, la nutricionista aclara que el cuerpo humano está diseñado para digerir una gran variedad de alimentos de manera simultánea. Según Fuertes, «nuestro sistema digestivo produce enzimas capaces de descomponer todos los macronutrientes en una misma comida», lo que pone en duda la necesidad de seguir esta separación de alimentos.

Aunque muchos de los que siguen la dieta disociada reportan pérdidas de peso, Fuertes señala que esto suele ser consecuencia de una reducción calórica involuntaria. Al limitar las combinaciones de alimentos, se reduce también la cantidad que se puede consumir, lo cual no necesariamente implica que esta sea una estrategia saludable o sostenible a largo plazo.

Además, la dieta disociada no fomenta hábitos alimentarios equilibrados, ni garantiza la adherencia a un plan nutricional a largo plazo. Las restricciones severas sobre qué se puede o no mezclar conllevan a la frustración y el abandono, afectando la relación con la comida.

Para quienes buscan perder peso de manera saludable, Fuertes recomienda una alimentación variada y equilibrada, rica en nutrientes y adaptada a las necesidades individuales. En casos de patologías digestivas, sugiere que cualquier ajuste debe realizarse bajo supervisión profesional.

Finalmente, la nutricionista hace un llamado a desconfiar de las modas dietéticas y a buscar fuentes de información fiables antes de adoptar nuevos patrones alimentarios. Asegura que lo verdaderamente efectivo radica en la educación nutricional, la constancia y el acompañamiento de un especialista.