El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha publicado un informe revelador que establece una conexión alarmante entre la propagación de la gripe aviar y el modelo de ganadería industrial, especialmente en lo que respecta a la cría de gallinas enjauladas. El estudio sostiene que ni la restricción del movimiento de las aves ni las campañas de vacunación serán efectivas sin una transformación estructural que aborde la densidad de población y las condiciones de bioseguridad en las granjas.
El informe titulado «Gripe Aviar y Ganadería Industrial» resalta que la actual crisis sanitaria se origina en un modelo intensivo de producción avícola caracterizado por la aglomeración de animales y una homogeneidad genética preocupante. Entre los puntos destacados se encuentran la alta densidad y el hacinamiento, que facilitan el contagio y generan estrés en las aves, así como la falta de bioseguridad adecuada en las macrogranjas.
A diferencia de lo que se suele pensar, el estudio concluye que las aves migratorias no son la principal causa de contagio. En cambio, se apunta a las prácticas humanas dentro de la industria avícola, que crean un entorno propicio para la adaptación del virus y la aparición de nuevas variantes. La vacunación, sin un cambio en la densidad de población y mejoras en las medidas de bioseguridad, no será suficiente para controlar la enfermedad en las granjas.
Frente a esta problemática, OBA ha hecho un llamado a los supermercados que comercializan huevos de gallinas enjauladas para que cumplan sus compromisos de eliminar esta práctica considerada insostenible. Un alarmante 80% de las aves sacrificadas en el contexto de la gripe aviar proviene de explotaciones cerradas. Míriam Martínez, veterinaria y Directora de Bienestar Animal en OBA, subraya que la industria de los huevos enjaulados perpetúa un modelo cruel e insostenible, donde las gallinas son confinadas en espacios minúsculos.
A medida que se acerca el final de 2025, OBA enfatiza que muchos supermercados aún no han dejado de vender huevos de gallinas enjauladas, a pesar de haber prometido hacerlo. La organización también urge a estos comercios a considerar el uso de huevos provenientes de prácticas más éticas en productos procesados. Estos actores en la cadena de suministro tienen un papel crucial en el impulso de prácticas más sostenibles y deben proporcionar información clara acerca de sus procesos.
El informe concluye que la gripe aviar no debería ser una excusa para el incumplimiento de los compromisos adquiridos. El modelo actual contribuye a la propagación y mutación de virus, lo que no solo representa un riesgo para la salud animal, sino también para la salud pública. Ante la endemia de la gripe aviar en España, OBA sostiene que los supermercados debieron haber anticipado la necesidad de una transición hacia prácticas más responsables.
OBA hace un llamado a la sociedad para exigir transparencia y un verdadero compromiso con el bienestar animal y la sostenibilidad, afirmando que «la rendición de cuentas es esencial para asegurar que la gripe aviar no se use como excusa» para mantener prácticas nocivas.
