En un contexto global en el que varios países están aprobando leyes de verificación de edad, supuestamente para «proteger a los niños en línea», surgen profundas preocupaciones sobre la censura y el acceso a información vital. Estas leyes están otorgando a los gobiernos la potestad de determinar qué contenido es considerado «seguro» para los jóvenes, lo cual ha llevado a la eliminación o el bloqueo de una amplia gama de materiales que podrían ser considerados «inseguros». La creciente tendencia legislativa ha desatado una serie de desafíos significativos en torno al derecho a la libre expresión, incluyendo un caso que actualmente se encuentra pendiente ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que examina cómo la verificación de edad impuesta por el gobierno afecta los derechos de libre expresión de los adultos en línea.
Las leyes de verificación de edad no solo se centran en proteger a los menores; también se traducen en un riesgo claro de censura. Estas normativas tienden a bloquear el acceso a contenido que incluye material «sexual perjudicial para menores», pero lo definen de tal manera que pueden abarcar desde la educación sexual hasta películas clasificadas para adultos. Tal ambigüedad permite a legisladores y reguladores utilizar estas leyes para apuntar contenidos LGBTQ+ en línea, dado que muchas plataformas ya han catalogado este tipo de material como «adulto» o «dañino».
Un claro ejemplo de cómo se aplican estas reglas puede observarse en la ley de verificación de edad de Oklahoma, que define el material «dañino para menores» incluyendo la homosexualidad. Esto implica que cualquier contenido relacionado con la homosexualidad debe ser verificado por la edad del usuario antes de ser accesible, lo cual crea un ambiente de autocensura para las plataformas y los creadores de contenido.
A nivel federal, el proyecto de ley denominado Kids Online Safety Act (KOSA) ha despertado preocupaciones similares. Si se aprueba, esta legislación podría dar a funcionarios gubernamentales el control sobre lo que los jóvenes pueden ver en línea, lo que llevaría a plataformas a implementar medidas de verificación de edad intrusivas. Los efectos nocivos de estas leyes se sienten de manera particular en el contenido relacionado con la educación sexual y la identidad LGBTQ+, donde los creadores podrían enfrentar censura o incluso ser perseguidos por publicar información valiosa y necesaria para comunidades vulnerables.
El impacto de este tipo de restricciones es doblemente preocupante en un momento en que los jóvenes LGBTQ+ ya enfrentan desafíos significativos en términos de aceptación y apoyo en entornos físicos. El acceso a espacios digitales se convierte en un recurso vital para la autoexpresión y la formación de comunidades, pero la censura en estas plataformas puede limitar severamente su capacidad para encontrar información y conectar con otros.
Por lo tanto, la lucha contra estas leyes no se trata solo de proteger los espacios en línea, sino también de salvaguardar los derechos fundamentales de todos a expresarse y acceder a información esencial. A medida que más estados y países implementan regulaciones de verificación de edad, es crucial reconocer las implicaciones más amplias de estas medidas en la privacidad, la libertad de expresión y el acceso a información crítica. La defensa de los derechos digitales es, en última instancia, una cuestión de derechos LGBTQ+, y es imprescindible que aliados, defensores y comunidades marginadas se unan para contrarrestar estas leyes peligrosas y asegurar que el internet siga siendo un espacio inclusivo y accesible para todos.
Fuente: EFF.org