Un nuevo estudio destaca la urgente necesidad de replantear la producción alimentaria mundial, centrándose en la reducción de la ganadería industrializada y la promoción de dietas basadas en plantas. Autores como Jenny Mace, investigadora de la Universidad de St Andrews, Andrew Knight, profesor de la Universidad de Griffith, y Fernanda Vieira, de Sinergia Animal, han publicado un análisis que sintetiza evidencia de 47 estudios internacionales y concluye que la disminución de la producción ganadera es esencial para abordar la crisis climática y de biodiversidad.
Las investigaciones señalan que la ganadería contribuye entre un 12 % y un 20 % de todas las emisiones de gases de efecto invernadero cada año, con proyecciones que indican que hasta el 52 % del calentamiento global actual podría estar asociado a prácticas agrícolas relacionadas con la ganadería. A pesar de ocupar más del 80 % de las tierras agrícolas, este sector solo proporciona el 18 % de las calorías y el 37 % de las proteínas consumidas globalmente, lo que plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de este modelo en el contexto del crecimiento poblacional futuro.
El estudio también resalta otros impactos ambientales significativos de la ganadería, como su responsabilidad en el 50 % de la eutrofización y el 32 % de la acidificación del suelo. Se prevé que las economías emergentes experimenten un aumento en las emisiones ganaderas, a menos que se adopten cambios drásticos en las tendencias de producción.
El análisis enfatiza que la adopción de dietas más centradas en plantas no solo reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también aliviaría la presión sobre los recursos naturales, como los bosques y el agua dulce, y contribuiría a restaurar los ecosistemas dañados. Los autores instan a los responsables de políticas a integrar objetivos específicos para reducir el consumo de productos animales en los marcos climáticos globales, como los estipulados en el Acuerdo de París.
Jenny Mace, una de las autoras, subrayó la importancia de prestar atención a la ganadería en las cumbres climáticas, afirmando que alcanzar los objetivos de sostenibilidad es prácticamente imposible sin una significativa reducción de la agricultura animal. El profesor Andrew Knight subrayó que situar la reforma del sistema alimentario en el centro de la acción climática podría ofrecer enormes beneficios para la población y el planeta. Por su parte, Fernanda Vieira enfatizó que los problemas interconectados de la ganadería industrial deben ser abordados de manera urgente para lograr avances significativos en las metas climáticas y de salud pública.





