La propagación de la hambruna en Gaza ha sido evitada, aunque la situación sigue siendo crítica, afectando a toda la población de la Franja, que continúa padeciendo hambre. Según un informe de la máxima autoridad mundial en crisis alimentarias, a pesar de las mejoras en la nutrición y el suministro de alimentos observadas desde el alto el fuego, unas 100.000 personas todavía viven en «condiciones catastróficas».
En agosto, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) reveló que cerca de medio millón de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población de Gaza, estaba viviendo en áreas afectadas por la hambruna. Desde la entrada en vigor de un frágil alto el fuego en octubre, se ha incrementado la ayuda humanitaria, aunque esta solo satisface las necesidades básicas de supervivencia. Si bien «ninguna zona está clasificada como hambruna», la situación sigue siendo «frágil», dependiendo de un acceso humanitario y comercial sostenido.
Los expertos advierten que, en el peor de los casos, que incluiría una nueva escalada de hostilidades y la suspensión de las entradas humanitarias y comerciales, toda la Franja de Gaza podría estar en riesgo de hambruna hasta mediados de abril de 2026, lo que subraya la grave crisis humanitaria que se vive. Philippe Lazzarini, comisionado general de UNRWA, enfatizó la necesidad de permitir la entrada de suministros a gran escala y facilitar el trabajo de los trabajadores humanitarios.
Ante la creciente demanda de ayuda, el Secretario General de la ONU ha señalado que «las necesidades crecen más rápido de lo que entra la ayuda». A pesar de que el acuerdo de alto el fuego estipulaba que 600 camiones de ayuda humanitaria debían ingresar diariamente a Gaza, este número no ha sido alcanzado. No obstante, en noviembre, se observó un aumento significativo en la cobertura de las entregas humanitarias, alcanzando al 67% de los hogares, en comparación con el 18% en julio.
La disponibilidad de alimentos en los mercados ha mejorado, sin embargo, muchos productos son de baja calidad y los alimentos nutritivos, como frutas y verduras, son caros y escasos. El 79% de los hogares no puede permitirse comprar comida, dependiendo por tanto de la ayuda.
Las Naciones Unidas y varias ONG han expresado su preocupación por el posible colapso de las operaciones humanitarias si no se eliminan los obstáculos existentes, incluidos los procesos de registro que consideran «vagos y arbitrarios». En este sentido, se ha advertido que decenas de organizaciones humanitarias internacionales enfrentan la posibilidad de ver cancelado su registro, lo que les obligaría a cerrar operaciones en un plazo de 60 días.
La situación en Gaza es desesperante. Las tormentas recientes han causado más muertes y han afectado gravemente las infraestructuras, dejando a muchas familias en condiciones de vulnerabilidad extrema. La escalofriante cifra de niños que han perdido la vida debido al frío y las adversidades meteorológicas sella la urgencia de una intervención humanitaria efectiva. Mientras tanto, miles de pacientes con condiciones graves continúan esperando evacuaciones necesarias para recibir la atención médica adecuada, lo que genera un aumento en la mortalidad, con miles de personas que han fallecido en el proceso.
Fuente: ONU últimas noticias





