Xochimilco, ubicado en el corazón de la Ciudad de México, enfrenta una crisis que pone en peligro la vida de sus agricultores tradicionales, conocidos como «chinamperos». Estos expertos en la agricultura heredaron conocimientos ancestrales de cultivo en chinampas, islas artificiales que permiten el cultivo en los lagos que rodean la zona. A pesar de su rica historia, el modo de vida de los chinamperos se ve amenazado por diversos factores como la degradación ambiental, la expansión urbana y el cambio climático.
Las chinampas, que han proporcionado alimento a la comunidad durante siglos, están ahora bajo una creciente presión. Lauro Rivera, un apicultor de 72 años, recordó cómo sus antepasados trabajaron arduamente para construir esta vasta red de canales y terrenos de cultivo. “Para sujetar las chinampas, plantaban ahuejote en cada esquina”, explicó, revelando la destreza y dedicación que ha caracterizado a estos agricultores a lo largo de las generaciones.
Sin embargo, las dificultades son evidentes. Samuel Luna, de 67 años, destacó la contaminación y la escasez de agua como problemas críticos que enfrentan. “Estamos empezando a volver a lo que se hacía antes: utilizar cultivos respetuosos con el medio ambiente y usar menos pesticidas. Quizá no podamos recuperarlo todo, pero al menos podemos conservar lo que tenemos ahora”, afirmó, subrayando el papel fundamental que desempeñan los chinamperos como guardianes de la tierra.
El cambio climático también ha alterado los patrones climáticos de la región, dificultando la labor agrícola. Eric Enríquez, nieto de Samuel, expresó su preocupación por la falta de claridad en las estaciones climáticas, lo que afecta la producción agrícola. “Si todo el mundo trabaja en una oficina, ¿quién hará todo este trabajo que hacemos para alimentar a las chinampas?” se preguntó, enfatizando la importancia de su labor.
Los estereotipos asociados a la agricultura han llevado a muchas familias a dejar de cultivar. Mariana Cruz, historiadora de 29 años, reflexionó sobre la imagen tradicional del agricultor y el estigma que rodea a esta actividad. “Muchos piensan que el agricultor es pobre”, apuntó, pero insistió en que el trabajo agrícola es vital para la salud de la ciudad y su entorno.
El futuro de la agricultura en Xochimilco depende de la preservación de sus técnicas ancestrales y el compromiso de las nuevas generaciones. Un informe reciente de la Universidad de las Naciones Unidas enfatiza la necesidad de pensar a largo plazo para garantizar un mundo más sostenible. En este contexto, los chinamperos se erigen como un símbolo de resistencia y conexión con la tierra, invitando a la comunidad a valorar y cuidar sus recursos naturales.
Fuente: ONU últimas noticias