El enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, alertó este lunes sobre cómo la estabilidad del país está íntimamente relacionada con la inestabilidad en el Medio Oriente. En una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, Grundberg expresó su preocupación por la peligrosa escalada de hostilidades entre los hutíes y Israel, en el contexto de la guerra en Gaza. La violencia, que incluye ataques a Israel mediante drones y misiles por parte de Ansar Allah, provocó represalias israelíes que resultaron en bajas civiles y la muerte de funcionarios clave para la ONU.
«Este ciclo de violencia debe concluir, ya que está alejando a Yemen de un proceso de paz que podría traer una paz duradera y crecimiento económico», subrayó el enviado.
Además, Grundberg denunció la reciente detención arbitraria de 22 miembros del personal de la ONU en Saná y Al Hudayda, lo que eleva a más de 40 el número de trabajadores de la organización retenidos. Esta acción, según el enviado, no solo viola el derecho internacional, sino que también pone en riesgo los esfuerzos de paz y la asistencia humanitaria en el país.
A pesar de estos desafíos, Grundberg reportó algunos avances, como la mejora económica en áreas controladas por el gobierno y la reapertura de rutas clave. Sin embargo, advirtió que los enfrentamientos recientes en Al Dhale’, Marib y Taiz podrían avivar nuevamente el conflicto. Hizo un llamado a las partes involucradas para que retomen el diálogo, enfatizando que las decisiones unilaterales solo endurecen posiciones y prolongan el conflicto. Reiteró el compromiso de la ONU con una solución política inclusiva, liderada por los yemenitas.
Desde el ámbito humanitario, Tom Fletcher, coordinador de Ayuda de Emergencia, destacó que Yemen se ha convertido en el tercer país con mayores niveles de inseguridad alimentaria en el mundo, con 17 millones de personas enfrentando una grave escasez de alimentos. Para febrero de 2025, se espera que un millón más de yemenitas enfrenten hambre extrema. Fletcher instó a los donantes internacionales a aumentar el financiamiento para las operaciones humanitarias, que se ven obstaculizadas por una alarmante falta de fondos y un entorno operativo complicado.
Adicionalmente, dos millones de mujeres y niñas han perdido acceso a servicios de salud reproductiva, con una muerte materna cada dos horas en el país. Fletcher también hizo un llamado a las partes en conflicto para que garanticen la seguridad del personal humanitario y devuelvan las bases de la ONU ocupadas, lo que permitiría continuar con las operaciones de socorro.
Fuente: ONU últimas noticias
