Amazon Ring ha anunciado su intención de introducir una nueva función de reconocimiento facial denominada “Familiar Faces” en sus cámaras de vigilancia, lo que podría tener serias implicaciones para la privacidad de millones de personas. Este sistema escaneará los rostros de todas las personas que se acerquen a las cámaras, intentando identificarlas a partir de una lista de rostros previamente guardados. Esto incluirá a personas que no han dado su consentimiento para ser escaneadas, como amigos, familiares, repartidores o transeúntes.
Las leyes de privacidad biométrica en varios estados son claras: las empresas deben obtener el consentimiento explícito de las personas antes de someterlas a un reconocimiento facial. En algunos casos, los ciudadanos asistidos por abogados pueden impugnar la recolección de datos de Amazon, y las autoridades regulatorias estatales deberían intervenir cuando no sea posible.
El senador Ed Markey ya ha exigido a Amazon que abandone estos planes, planteándole un cuestionario sobre la implementación de esta tecnología. La función “Familiar Faces” se describe como una herramienta que “reconoce de manera inteligente a personas familiares”, proporcionando así un contexto personalizado a los propietarios de las cámaras.
Sin embargo, activar esta función significa que todas las personas que pasen frente a la cámara serán capturadas y sus datos biométricos podrían almacenarse durante seis meses, incluso si el propietario de la cámara no etiqueta a esa persona. Aunque Amazon asegura que no utilizará estos datos para entrenamiento de algoritmos, la preocupación sobre el uso indebido de los datos biométricos persiste.
En cuanto a la privacidad, los datos biométricos, como la huella facial, son particularmente sensibles. La posibilidad de un uso indebido de esta tecnología es alarmante, especialmente considerando la estrecha colaboración de Ring con la policía. En escenarios donde hay cámaras de reconocimiento facial en cantidad, un ciudadano podría ser rastreado a través de su trayectoria diaria.
Adicionalmente, Amazon ha lanzado herramientas relacionadas que podrían ser malinterpretadas como métodos para controlar a las personas, como su función de localizar mascotas perdidas a través de cámaras vecinales. Aunque la compañía ha declarado que no tiene la capacidad técnica para dar información a las fuerzas del orden sobre cámaras específicas donde una persona ha sido identificada, sí colabora con requerimientos de otras autoridades.
El riesgo de violar las leyes estatales de privacidad biométrica es alto. Amazon ya ha indicado que la nueva función no estará disponible en estados como Illinois y Texas, que tienen legislaciones sobre el consentimiento en el uso de datos biométricos. Además, la empresa se enfrenta a precedentes legales, como el caso de Google, que debió pagar 1.375 millones de dólares tras una demanda por la captura indiscriminada de datos biométricos.
Mientras varios estados han comenzado a proteger la privacidad biométrica, la falta de enforcement efectivo de estas leyes es preocupante. Las nuevas funcionalidades de Ring abren la puerta a la posibilidad de que los reguladores tomen medidas enérgicas para proteger la privacidad de los ciudadanos y evaluar la efectividad de las normativas vigentes.
Fuente: EFF.org





