En una dramática declaración en Gaza este sábado, Jonathan Whittall, responsable de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en los Territorios Palestinos Ocupados, describió la devastadora situación que enfrenta la población bajo un «bloqueo total y completo» que se aproxima a su tercer mes. En sus palabras, los habitantes de Gaza están sufriendo no solo por los bombardeos, sino también por una lenta agonía de privaciones.
Whittall destacó que las necesidades humanitarias son críticas y que las agencias de ayuda no pueden cumplir con los requerimientos de los civiles debido al colapso de las líneas de suministro. Los hospitales están saturados, y los medicamentos y equipos se están agotando rápidamente. La crisis alimentaria se agrava con almacenes vacíos y panaderías cerradas, mientras que el acceso a agua limpia es prácticamente inexistente.
Además, las calles están atestadas de residuos sólidos sin ningún equipo disponible para su recolección, y las labores de rescate tras los ataques son inviables por la falta de combustible y maquinaria. Las familias desplazadas luchan por sobrevivir entre escombros, mientras los pescadores son víctima de disparos en el mar. “No hay un lugar seguro en Gaza”, subrayó Whittall.
La privación de educación también se ha convertido en un problema grave, con escuelas destruidas y falta de recursos educativos. Los precios de los pocos bienes restantes siguen en aumento, pero la población enfrenta una escasez crítica de efectivo. Los hogares, privados de gas y combustible, se ven obligados a recurrir a alternativas peligrosas, como quemar basura.
Whittall hizo hincapié en que la crisis va más allá de las necesidades físicas; se trata de la dignidad humana. La percepción entre los habitantes es que se está llevando a cabo un “desmantelamiento deliberado de la vida palestina”, perpetrado a la vista del mundo.
El responsable humanitario también alertó sobre la creciente impunidad en la que operan los atacantes, donde incluso los trabajadores de ayuda y periodistas se encuentran en peligro constante. Criticó el uso de la ayuda humanitaria como un arma, afirmando que no se debería negar la asistencia de manera alguna. A pesar de estas adversidades, las organizaciones de ayuda continúan trabajando, aunque cada vez con menos recursos.
Whittall concluyó su declaración haciendo un llamado urgente a la comunidad internacional para que se levante el bloqueo y se restablezca un alto el fuego, enfatizando que miles de vidas dependen de acciones inmediatas.
Fuente: ONU últimas noticias