En un contexto de creciente tensión en Medio Oriente, la encargada de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, afirmó este martes que el reciente acuerdo de cesación del fuego entre Israel e Irán representa «una oportunidad para evitar una escalada catastrófica» y buscar una solución pacífica respecto al programa nuclear iraní. DiCarlo participó en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual se debatió sobre el Plan de Acción que regula las actividades nucleares de Irán, el cual enfrenta una fecha de caducidad en menos de cuatro meses sin que se hayan alcanzado sus objetivos.
La funcionaria subrayó que «la diplomacia, el diálogo y la verificación» son claves para asegurar que el programa nuclear de Irán sea exclusivamente pacífico y permita beneficios económicos tangibles para su población. La ONU reafirmó su compromiso de apoyar los esfuerzos que promuevan la paz y la estabilidad en la región.
DiCarlo también destacó la importancia de la resolución 2231, adoptada para garantizar la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní, que incluye alivios de sanciones, supervisión y verificación. Desde la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018, Irán ha disminuido su cumplimiento, y a pesar de que las negociaciones bilaterales fueron reactivadas recientemente, los bombardeos por parte de Israel sobre objetivos iraníes han aumentado las tensiones, poniendo en peligro el proyecto de apego a la resolución.
El alto el fuego, anunciado por el presidente Donald Trump, fue calificado por DiCarlo como un «logro significativo», permitiendo alejar a la región del potencial conflicto. Sin embargo, las cifras son alarmantes: según los informes de las autoridades sanitarias iraníes, más de 606 personas han muerto desde el inicio de los enfrentamientos el 13 de junio, con un saldo trágico de 107 fallecimientos en las últimas 24 horas. En Israel, se han registrado 28 muertes y 1,472 heridos.
La preocupación también se centró en el aumento de la producción de uranio enriquecido en Irán, como lo indica el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha perdido el rastro de numerosos aspectos del programa nuclear por la falta de inspecciones durante más de cuatro años. A pesar de estas alertas, DiCarlo subrayó que no se han reportado violaciones a las decisiones sobre transferencias nucleares y que no ha habido nuevas propuestas en el canal de adquisiciones, lo que genera incertidumbre sobre el futuro del acuerdo.
Fuente: ONU últimas noticias
