El Acuerdo de Paz: Clave para Evitar Nuevos Conflictos en Colombia

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Colombia: El Acuerdo de Paz sigue siendo el instrumento para prevenir más ciclos de conflicto

En medio de un contexto de creciente tensión y violencia en regiones como el Catatumbo, el Cauca y el Chocó, el representante especial de la ONU para Colombia, Carlos Ruiz Massieu, afirmó que el Acuerdo de Paz de 2016 sigue siendo un instrumento crucial para la transformación del país. Durante su presentación ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Ruiz Massieu destacó los logros y desafíos en la implementación del Acuerdo, mencionando que la reciente violencia en el Catatumbo refleja las deficiencias acumuladas en su ejecución.

El representante de la ONU subrayó que, de haberse llevado a cabo una implementación más robusta en los últimos ocho años, el país podría estar en una situación diferente, sin los problemas actuales que aquejan a regiones como el Catatumbo y el Cauca. A pesar de ello, Ruiz Massieu indicó que Colombia se ha transformado desde la firma del Acuerdo, registrando niveles de violencia más bajos que durante el apogeo del conflicto armado, además de avanzar en aspectos políticos, institucionales y sociales.

Entre los avances significativos destaca la creación de un sistema de justicia transicional enfocado en la verdad, la reparación y la reconciliación, con la Jurisdicción Especial para la Paz, que ha imputado a responsables de crímenes graves y ha escuchado a miles de víctimas. En este sentido, la expectativa se centra en la emisión de las primeras sentencias restaurativas, para las cuales el Gobierno ya está estableciendo las condiciones adecuadas.

Asimismo, el tema de seguridad para los excombatientes del Acuerdo se convierte en una cuestión urgente, tras el asesinato de 23 firmantes en lo que va del año, lo que resalta la necesidad de fortalecer su protección y garantizar su reintegración. A pesar de estos incidentes, alrededor de 12,000 exmiembros de las FARC-EP continúan comprometidos con la legalidad y están participando en proyectos productivos.

En cuanto a las reformas estructurales, como la reforma rural integral, se observó un avance más lento del esperado, con una desigualdad histórica en el campo que persiste como un reto pendiente. El fracaso parcial de la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, debido al incumplimiento estatal, también ha limitado su impacto.

Ruiz Massieu advirtió sobre la necesidad de no caer en la falsa dicotomía entre paz y seguridad, argumentando que lograr una solución duradera requiere acciones complementarias en ambos frentes. La reciente política de seguridad dirigida al desmantelamiento de grupos armados ilegales se considera un paso positivo en esta dirección. Enfatizó la resiliencia de Colombia en su búsqueda de la paz a través de soluciones negociadas, acompañado de un apoyo internacional constante.

Durante la sesión del Consejo de Seguridad, la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Laura Camila Sarabia, hizo un llamado a mantener viva la esperanza y a construir una sociedad donde «vivir valga más que morir». Anunció avances en la implementación del Acuerdo, como la adjudicación de más de 133,000 hectáreas de tierras y el financiamiento de proyectos territoriales, aunque también reconoció los desafíos persistentes, especialmente en materia de seguridad para los excombatientes.

A pesar de la violencia, Sarabia reafirmó el compromiso inquebrantable de Colombia con la paz y solicitó el apoyo continuo del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional, considerándolo esencial para la sostenibilidad del proceso. En su discurso, subrayó que hablar de paz en Colombia implica hablar de dignidad, memoria y futuro.
Fuente: ONU últimas noticias