En 2024, la transición hacia energías limpias en la Unión Europea ha alcanzado un nuevo hito, con un 47,4% de la electricidad neta generada proveniente de fuentes renovables. Esta cifra representa un aumento del 2,6 puntos porcentuales en comparación con el año anterior, reflejando un compromiso creciente con la sostenibilidad y la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.
Denmark lidera esta transformación, destacándose como el país con la mayor proporción de energías renovables en su generación eléctrica, alcanzando un impresionante 88,8%. Este notable porcentaje se debe en gran parte a la utilización de la energía eólica. Le siguen Portugal, con un 87,4% de generación renovable —principalmente de la energía eólica y hidroeléctrica— y Croacia, que logra un 73,8%, mayormente a partir de recursos hídricos. En contraste, Malta, con un 15,1%, Czechia con un 17,5% y Cyprus con un 24,1% presentan las tasas más bajas de generación energética renovable en la región.
La electricidad generada a partir de fuentes renovables en la UE está compuesta mayoritariamente por energía eólica y energía hidroeléctrica, que en conjunto representan más de dos tercios de la producción total de electricidad de este sector, con un 39,1% y un 29,9% respectivamente. La energía solar contribuye con un 22,4%, mientras que el uso de combustibles de origen biológico y la energía geotérmica se encuentran en niveles mucho más bajos, aportando un 8,1% y aproximadamente 0,5% respectivamente.
Este aumento en la generación de electricidad renovable subraya la tendencia hacia un futuro energético más sostenible en Europa, en un contexto de creciente preocupación global por el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La evolución de los datos sugiere que la energía renovable no solo se está convirtiendo en la norma en la EU, sino que también está jugando un papel crucial en la conformación de políticas energéticas y ambientales a largo plazo.