Desde que llegó Juande Ramos al Madrid parece que las cosas van perfectas, solo en Champions pegó ese batacazo tan doloroso ante el Liverpool, pero por lo demás en liga solo ha perdido un partido, el del Camp Nou por 2-0, ha empatado uno en casa ante el Atlético de Madrid y el resto ha sumado de tres en tres, aunque con algo de aburrimiento, como pasó ayer ante el Valladolid.
No fue un partido para recordar, pero el Madrid sumó los tres puntos necesarios para que el Barcelona no se escapara y sentenciara la liga, además una partido más, y ya van unos cuantos, Casillas terminó con la portería a cero, además Higuaín, en esta ocasión no fue tan chupón y asistió a Raúl para que abriera el marcador, y eso fue al filo del descanso cuando todo indicaba que se iba a ir con un paupérrimo empate a cero en el electrónico, porque en el primero durante 30 minutos ambos equipos no hicieron nada extraordinario.
En el segundo tiempo con más espacios Robben aprovechó para conseguir el segundo gol y sentenciar, quitando las ilusiones de un Valladolid que basó su juego en un sensacional Pedro León, que fue la estrella de los de Mendilibar.
