En un mundo permeado por conflictos y desafíos en la salud mental, el yoga se perfila como un refugio de calma y armonía. Este mensaje resuena con fuerza cada año en el Día Internacional del Yoga, celebrado el 21 de junio. La sede de las Naciones Unidas en Nueva York fue escenario de una épica práctica colectiva en la que cientos de personas se congregaron para rendir homenaje a esta disciplina ancestral, reconocida por su enfoque integral sobre la salud y el bienestar.
La actividad tuvo lugar en el icónico Prado del Norte, que se transformó en un estudio de yoga al aire libre, con vistas al East River. Después de una serie de días de lluvia, el clima se mostró favorable, brindando un día soleado y cálido que invitaba a la celebración. Entre los asistentes había diplomáticos, funcionarios y personal de la ONU, todos listos para desplegar sus esterillas y conectar tanto sus cuerpos como sus mentes.
Peter Rogina, fundador de Project Peace Lights, expresó su entusiasmo por una vez más estar presente en este evento. Recordó con cariño el año 2019, cuando la celebración tuvo que trasladarse al interior debido al mal tiempo. «Me encanta la oportunidad de practicar con un grupo tan grande de personas; la energía se amplifica. Además, tengo a mi hijo conmigo, y estoy emocionado de introducirlo en esta experiencia», comentó.
La monja budista Lama Aria Drolma, quien también participa regularmente en el evento, compartió su propia historia de transformación personal, desde el modelaje hasta la meditación. «El yoga no solo impacta el cuerpo, sino también el alma. Creo que es una de las prácticas más saludables que podemos adoptar para cuidar de nuestra salud».
El evento de este año, organizado por la Misión Permanente de India ante las Naciones Unidas y la Secretaría de la ONU, se centró en el tema «Yoga para una Tierra, una salud». Durante la inauguración, el embajador P. Harish subrayó la interconexión entre el bienestar personal y la salud del planeta. «Al cuidar de nosotros mismos, comenzamos a cuidar de la Tierra», afirmó. Este mensaje reflejó la filosofía india de que el mundo entero es una gran familia.
Didi Ananda Radhika Acharya, del Centro de Bienestar de la Mujer Ananda Marga, resaltó que el yoga trasciende la mera actividad física. «Más allá de nuestra corporeidad, existe una esencia interior que a través del yoga podemos alcanzar. Este viaje personal nos permite darnos cuenta de lo profundamente conectados que estamos todos», subrayó.
El evento, que se extendió por aproximadamente 90 minutos, incorporó una variedad de ejercicios guiados, incluyendo una sesión culminante de meditación dirigida por el renombrado médico y experto en bienestar integral, Dr. Deepak Chopra. Participantes de diversos niveles, desde adictos al yoga hasta novatos curiosos, unieron fuerzas en esta experiencia.
Marta Shedletsky, del Centro Sivananda Yoga Vedanta de Nueva York, asistió buscando un sentido de comunidad y esperanza en medio de la agitación global. «Este lugar me parece un símbolo de esperanza para un futuro mejor y la posibilidad de paz», reflexionó, enfatizando la importancia de reunirse en un ambiente de sanación colectiva.
Fuente: ONU últimas noticias