En el este de la República Democrática del Congo, una ligera tregua en los combates entre el grupo rebelde M23 y el ejército regular ha permitido que más de 110.000 personas desplazadas en Goma, capital de Kivu Norte, busquen refugio una vez más en otras áreas de la región. Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, los desplazados, que previamente se habían refugiado en Goma, están huyendo hacia aldeas en los territorios de Masisi, Rutshuru y Nyiragongo.
El portavoz de OCHA, Jens Laerke, declaró en una rueda de prensa en Ginebra que «miles de personas están abandonando los lugares para desplazados en Goma y sus alrededores», buscando zonas donde no haya combates. Este movimiento ocurre después de que el M23, en colaboración con el ejército de Ruanda, diera un ultimátum a los desplazados para evacuar los campamentos de Bulengo y del 8º CEPAC en un plazo de 72 horas que terminó el pasado 11 de febrero.
Las agencias humanitarias han expresado su preocupación por el «desmantelamiento en curso pero no planificado de los emplazamientos para desplazados internos». Laerke subrayó que el M23 ha afirmado apoyar los retornos voluntarios, pero se requieren garantías de seguridad robustas.
La situación ha llevado también a la pérdida de infraestructuras humanitarias, afectando instalaciones de agua, centros de salud y tratamientos contra el cólera. En Goma y sus alrededores, la propagación de esta enfermedad es motivo de gran inquietud, con el 80% de los casos recientes en Kivu Norte provenientes de los campamentos para desplazados. Durante la semana del 3 al 9 de febrero, se registraron 70 nuevos casos en la zona de Buhimba, cerca del campamento de Bulengo.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha advertido sobre la precariedad de los desplazados internos, quienes se ven obligados a depender de la mendicidad debido a la falta de medios de subsistencia. Se estima que casi el 71% de los desplazados presenta un consumo alimentario deficiente, con una notable disminución en las condiciones alimentarias desde la crisis en diciembre de 2024.
La situación del mercado se ha visto severamente afectada, con un aumento significativo en los precios de productos básicos. Por ejemplo, el precio del aceite de palma y la harina de maíz ha incrementado en un 45% y un 67%, respectivamente. Mientras tanto, el precio del arroz ha subido un 17%, pasando de 30.000 a 35.000 francos congoleños, lo que añade más carga a la población desplazada y vulnerable en la región. La crisis humanitaria en la RDC continúa deteriorándose, creando un escenario alarmante para los miles de afectados por el conflicto.
Fuente: ONU últimas noticias