El Alto Comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, expuso el lunes un panorama desolador sobre el estado de la humanidad, enfatizando cómo la glorificación de la violencia y la erosión del derecho internacional están cobrando fuerza de manera alarmante. Durante su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos, subrayó la omnipresencia de la propaganda belicista, evidenciada en desfiles militares y retórica pro-guerra, a la vez que lamentó la falta de iniciativas que promuevan la paz.
Türk hizo hincapié en la importancia del multilateralismo y en la errónea interpretación de la soberanía nacional, que no debiera usarse como una cortina para eludir el escrutinio internacional. «La soberanía no significa tener la propiedad sobre las personas», reafirmó, instando a que el compromiso con los acuerdos internacionales deba verse como una extensión de la soberanía, no como un límite.
El informe también abordó la preocupante tendencia hacia la desintegración de marcos multilaterales, mencionando la retirada de Estados Unidos de varios acuerdos internacionales y el debilitamiento de la cooperación global. Esta crítica se extiende de forma particular a situaciones de conflicto actuales como Gaza, donde Türk describió acciones israelíes como «impactantes para la conciencia del mundo», añadiendo que la retórica genocida y la deshumanización de los palestinos por altos funcionarios israelíes son inaceptables.
En el caso de Ucrania, Türk alertó que la guerra ha adquirido un carácter aún más mortífero, con un aumento en las víctimas civiles debido a los ataques rusos. En este contexto, describió las acciones contra infraestructuras civiles y el trato a prisioneros como violaciones graves del derecho internacional.
En América Latina, el Alto Comisionado expresó su preocupación por las recientes legislaciones en países como Ecuador y Perú, que podrían restringir el espacio cívico y debilitar la justicia. También mencionó la voluntad de Venezuela de desvincularse de la Corte Interamericana de Derechos Humanos como un indicativo de la tendencia global hacia la evasión de mecanismos de responsabilidad.
Türk también dedicó atención a las crisis menos visibles en lugares como Sudán, Myanmar y la República Democrática del Congo, donde las violaciones a los derechos humanos son rampantes y el sufrimiento humano abrumador. Ante este panorama sombrío, el Alto Comisionado llamó a un «movimiento transregional» para defender el sistema internacional y expresó su intención de formar una nueva alianza entre Estados, filántropos y sociedad civil para fortalecer los derechos humanos.
Pese a la preocupación generalizada, Türk también destacó algunos avances en la materia, citando ejemplos de países que han ratificado importantes convenios internacionales y tomado decisiones que mejoran la justicia y la responsabilidad. Estos gestos, concluyó, son pruebas de que el sistema internacional puede beneficiar tanto a los Estados como a sus ciudadanos de maneras concretas.
Fuente: ONU últimas noticias