El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha pedido un “diálogo serio” para poner fin a la violencia en Siria en medio de una alarmante escalada de conflictos en el noroeste del país, que ha causado el desplazamiento de más de 280.000 personas. Guterres compareció ante los medios para destacar los «graves y dramáticos acontecimientos» en el país, y reveló que recientemente discutió la situación con el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdoğan, un actor clave en la guerra siria. En su discurso, Guterres subrayó la urgente necesidad de garantizar un acceso humanitario inmediato para todos los civiles afectados y reanudar el proceso político facilitado por la ONU a fin de detener el derramamiento de sangre, recordando que «todas las partes están obligadas por el derecho internacional a proteger a los civiles».
La situación se complica aún más con las recientes acciones de grupos de la oposición, liderados por Hayat Tahrir al-Sham, que han tomado el control de la ciudad de Hama, que alberga a un millón de personas, tras haber capturado previamente Alepo, la segunda ciudad de Siria.
Por otro lado, la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha denunciado que Israel está intensificando su campaña de desinformación contra la organización, lo que, a su juicio, incita al odio y pone en riesgo la seguridad de su personal. La campaña incluye vallas publicitarias y anuncios en plataformas digitales que etiquetan a la UNRWA como una organización terrorista. Desde el inicio del conflicto en Gaza, se han producido 251 muertes de miembros del equipo de la UNRWA, mientras que dos tercios de sus instalaciones en la Franja han sido blanco de bombardeos.
En Colombia, el Comité de la ONU contra la Desaparición Forzada concluyó su visita al país, advirtiendo que las desapariciones forzadas continúan siendo una realidad cotidiana y no solo un legado del pasado. Las cifras de desaparecidos oscilan entre 98.000 y 200.000, y las familias enfrentan grandes obstáculos para encontrar apoyo debido a un marco legal complicado y la falta de un registro confiable de desaparecidos. El Comité urgió al país a tomar acciones concretas para abordar esta crisis.
Finalmente, en Afganistán, el gobierno talibán ha prohibido que las mujeres asistan a clases en centros médicos privados, lo que podría tener consecuencias devastadoras para su acceso a la educación y atención médica. Esta medida limita las oportunidades para que las mujeres se formen como profesionales de la salud en un país que ya presenta una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha instado a las autoridades a derogar esta perjudicial directiva.
Fuente: ONU últimas noticias