Este viernes en Ginebra, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos condenó de manera contundente las violaciones y abusos que se han registrado en la República Democrática del Congo (RDC), subrayando que el riesgo de una escalada en la región ha alcanzado niveles alarmantes. Desde el comienzo del año, el grupo armado M23, que cuenta con el respaldo de Rwanda, ha intensificado su ofensiva en las provincias del este, específicamente en Kivu del Norte y Kivu del Sur. Las cifras son devastadoras: desde el 26 de enero, cerca de 3,000 personas han perdido la vida y otras 3,000 han resultado heridas, aunque se estima que estas cifras podrían ser considerablemente más altas. Además, alrededor de medio millón de personas han sido desplazadas por el conflicto.
Volker Türk, el Alto Comisionado, expresó su profunda preocupación por los ataques perpetrados por el M23 y sus aliados, que utilizan armamento pesado en zonas con alta densidad de población, lo que pone en peligro el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario. También se abordó la devastadora acción de bombardear dos hospitales en Goma el 27 de enero, que resultó en múltiples víctimas entre los pacientes. Estas violaciones se suman a la creciente preocupación por los casos de violencia sexual en la región, que están bajo investigación por parte de la Oficina de Derechos Humanos.
Türk hizo hincapié en la necesidad de analizar la economía política del conflicto, dado que muchos productos comunes, como los teléfonos móviles, están relacionados con los minerales extraídos en la RDC. “Todos estamos implicados”, afirmó, instando a todas las partes involucradas a apoyar los procesos de paz y a deponer las armas.
En otro ámbito, la Corte Penal Internacional (CPI) también emitió un comunicado condenando un decreto de los Estados Unidos que pretende imponer sanciones a sus funcionarios. La CPI defendió la independencia e imparcialidad de su labor judicial y reafirmó su compromiso de hacer justicia para millones de víctimas de atrocidades en todo el mundo, instando a los 125 países miembros y a la sociedad civil a unirse en apoyo a la justicia y los derechos fundamentales.
Finalmente, ONUSIDA advirtió sobre un posible aumento del 400% en las muertes por sida, lo que significaría hasta 6.3 millones de personas, si la ayuda estadounidense para el alivio del sida no es reautorizada entre 2025 y 2029. Christine Stegling, directora adjunta de ONUSIDA, destacó que el Plan de Emergencia de los Estados Unidos ha sido crucial en la lucha contra el VIH desde su instauración en 2003, al salvar más de 26 millones de vidas a través de la financiación de programas de prevención y tratamiento.
En Haití, la situación también es alarmante. Según un informe de UNICEF, la violencia sexual contra niños ha aumentado un 1000% entre 2023 y 2024, transformando sus cuerpos en verdaderos “campos de batalla”. Además, el reclutamiento infantil por grupos armados ha crecido en un 70%, y muchos niños son forzados a unirse a estos grupos debido a la pobreza extrema. Con una capital, Puerto Príncipe, controlada en un 80% por grupos armados y servicios esenciales colapsados, más de medio millón de niños se han visto desplazados y más de 300,000 enfrentan el cierre de escuelas.
Fuente: ONU últimas noticias