La emergencia humanitaria en Sudán se agrava con la combinación de recientes lluvias intensas y brotes de cólera, según advirtió Kristine Hambrouck, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Las condiciones en el país son alarmantes, con personas muriendo de hambre, desplazamientos forzados diarios y conflictos que alimentan una crisis de protección. Hambrouck destacó que las necesidades son «enormes» y que el cólera afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables.
Hasta el momento, se han registrado 658 casos de cólera desde el inicio del último brote el 12 de agosto, lo que ha resultado en 28 muertes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado que al menos 12 de los 18 estados de Sudán enfrentan múltiples brotes de cólera y otras enfermedades como malaria, sarampión y dengue. A pesar de la urgente necesidad de intervenciones sanitarias, la capacidad local para responder a estos brotes es limitada, especialmente en áreas de difícil acceso como Darfur y Kordofán.
El brote de cólera se ha extendido rápidamente entre los desplazados internos y los refugiados, especialmente en estados como Kassala, donde se han registrado 119 casos en tres emplazamientos de refugiados, resultando en cinco muertes. Hambrouck enfatizó que la superpoblación en estas áreas, donde las personas viven amontonadas, contribuye a la propagación de la enfermedad. Además, los sistemas de suministro de agua existentes son insuficientes, lo que requiere «inversiones masivas» para mejorar la situación.
En un rayo de esperanza, se ha iniciado una campaña de vacunación que ha protegido a más de 50,000 personas del cólera, con la OMS buscando adquirir 455,000 dosis adicionales. Sin embargo, los desafíos en el acceso humanitario persisten debido a las difíciles condiciones de transporte y la calidad de las carreteras, sobre todo en la estación de lluvias.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha informado sobre el envío de alimentos y otros suministros a Darfur, incluyendo semillas, que son cruciales para la producción alimentaria antes del final de la temporada de lluvias. A pesar de esto, más de 10.3 millones de personas han sido desplazadas desde el inicio del conflicto, y se requieren fondos inmediatos para ampliar los centros de tratamiento del cólera y aumentar la capacidad de respuesta a la crisis humanitaria.
A pesar de un pedido de 1500 millones de dólares por parte de ACNUR y otros socios para ayudar a los refugiados en países limítrofes, solo se ha recibido el 22% de la financiación necesaria, lo que dificulta la capacidad de respuesta a las crecientes necesidades en Sudán y sus alrededores.
Fuente: ONU noticias Salud
