La vulnerabilidad de los niños ante la violencia ha alcanzado niveles alarmantes en todo el mundo, exacerbada por múltiples crisis interconectadas. Actualmente, 333 millones de menores viven en condiciones de pobreza extrema, mientras que un total de mil millones se ven afectados por la pobreza multidimensional, según el último informe de la representante especial de la ONU sobre la violencia contra los niños.
A pesar de que se ha logrado estabilizar globalmente la inseguridad alimentaria en 2022, la situación de muchos niños continúa siendo crítica. Se estima que 148 millones de niños menores de cinco años sufren retraso en el crecimiento y el número de menores sin acceso a la educación ha aumentado en seis millones desde 2021, alcanzando un total de 250 millones. El informe señala que la pobreza no es exclusiva de los países en desarrollo, ya que hasta el 20% de la población infantil en los países más ricos vive en condiciones de pobreza.
Entre los factores que afectan desproporcionadamente a los niños se encuentran el aumento de la pobreza y las desigualdades sociales y económicas, así como desplazamientos forzados, conflictos armados, el cambio climático y la violencia generalizada, que incluye la violencia sexual. Najat Maalla M’Jid, representante especial de la ONU, ha alertado sobre la omnipresencia de estas problemáticas, enfatizando que «no hay ningún país que sea inmune, ningún niño es inmune».
Dentro de los grupos más vulnerables, los niños en movimiento, especialmente aquellos no acompañados y separados de sus familias, enfrentan los mayores riesgos. El informe destaca que al finalizar 2022, más de 450 millones de niños—uno de cada seis—vivían en zonas de conflicto, mientras que aproximadamente 48 millones se encontraban desplazados.
La crisis climática añade una capa adicional de peligro, con cerca de 1000 millones de niños en riesgo extremadamente alto de sufrir sus efectos. También se menciona la violencia armada, donde el informe detalla que el 15% de las víctimas de homicidio en 2021 fueron niños, siendo América la región con mayor tasa de asesinatos infantiles.
La violencia en línea y sexual se presenta como otra gran amenaza, con 300 millones de niños habiendo sufrido explotación y abusos en este ámbito en el último año. Un 15% de los menores también reportan haber sido víctimas de ciberacoso, mientras que muchos son expuestos a contenidos violentos o situaciones de reclutamiento por parte de grupos delictivos.
En el ámbito doméstico, quienes más infligen violencia a los niños suelen ser personas de confianza, como padres y cuidadores. Cerca de 400 millones de menores de cinco años experimentan agresiones psicológicas o físicas en sus hogares.
A pesar de algunas mejoras en la reducción de prácticas nocivas, la representante de la ONU subraya que el progreso no es suficiente en relación con el crecimiento demográfico. Para invertir en el futuro de los niños, Maalla M’Jid enfatiza que es crucial abordar las raíces de la violencia y cambiar la percepción de los menores, viéndolos no como problemas a resolver, sino como activos en los que invertir.
Fuente: ONU últimas noticias
