En el marco del Día Europeo de la Depresión, que se conmemora el primer domingo de octubre, el Hospital Quirónsalud Vitoria ha destacado la importancia del entorno familiar y social en la recuperación de las personas que sufren de depresión. Basándose en la Encuesta de Salud de Euskadi de 2023, los datos revelan que un 26,5% de las mujeres y un 17,7% de los hombres en la región declaran tener una mala salud mental, manifestando síntomas como ansiedad y depresión.
La psicóloga del hospital, Beatriz Zárate Arrausi, subraya el rol crítico del soporte emocional familiar en la mejora de los trastornos depresivos. Sin embargo, reconoce que los familiares pueden verse desbordados o frustrados al no saber cómo apoyar adecuadamente. «La depresión no es simplemente una fase de tristeza», aclara, «sino una enfermedad que requiere diagnóstico y tratamiento profesional».
Zárate explica que esta afección puede derivar de múltiples factores, sean genéticos, biológicos o ambientales, y destaca la importancia de no minimizar los síntomas. Muchos familiares, en un intento de ayudar, pueden incurrir en errores como subestimar la gravedad de la situación o simplificar los problemas con consejos bienintencionados pero inadecuados.
La psicóloga comparte algunas recomendaciones para quienes tienen un ser querido afectado por esta condición. Primero, es vital buscar ayuda profesional; animar al paciente a consultar a un especialista es crucial, y el acompañamiento en este proceso puede facilitar el inicio del tratamiento. Además, la familia debe apoyar activamente el seguimiento del tratamiento, asegurando que el paciente lo cumpla correctamente. También se debe fomentar el autocuidado, sugiriendo de manera cariñosa, pero sin forzar, retomar actividades que el paciente disfrutaba anteriormente.
Asimismo, Zárate enfatiza que el propio cuidador debe cuidar su bienestar emocional, manteniendo sus actividades personales y buscando ayuda profesional si es necesario. Adicionalmente, alerta sobre el riesgo de que la depresión pueda llevar a pensamientos suicidas, destacando la importancia de una comunicación abierta y el acceso inmediato a recursos de emergencia, como la línea 024, en estos casos.
La cruda realidad de la depresión, reflejada en las estadísticas de salud mental en Euskadi, pone de manifiesto la urgencia de abordar esta cuestión con sensibilidad y profesionalismo, destacando siempre la importancia de un entorno de apoyo comprensivo y no crítico.
