Vicente del Bosque ha demostrado que sabe llevar un vestuario con muchos egos, y no me refiero a los jugadores de la selección española, sino el vestuario de los galácticos, es decir, el Real Madrid que llegó a ser el mejor del mundo, pero que desde su marcha no se ha recuperado.
El seleccionador español ha decidido guardar y promover la ley del silencio con el caso David Silva, porque es la mejor solución para que sus jugadores no comiencen un conflicto con la prensa, que muchas veces parece que quieren calentar y encontrar huecos de fragilidad donde no hay nada.
Está claro que Silva se tiene que dar cuenta que tiene mucha suerte por estar en un grupo como el que tiene España, que tiene que dar gracias que a pesar que no estuvo a un gran nivel en el Mundial, donde se vio relegado al banquillo después del primer partido, Vicente del Bosque le ha seguido llamando y dando minutos, cuando otros jugadores como Jesús Navas se han caído de las últimas convocatorias.