De Guerras a Desiertos: La ONU Alertando Sobre la Destrucción de Ecosistemas Globales

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De campos de batalla a tierras baldías: la ONU advierte que los conflictos están destruyendo ecosistemas en todo el mundo

Las crisis bélicas que azotan diversas regiones del mundo, desde Gaza hasta Ucrania, han dejado un rastro devastador que va más allá de la pérdida de vidas humanas. Según informes recientes, los conflictos han afectado gravemente los recursos naturales, incluidos los sistemas de agua, las tierras de cultivo y los bosques, con efectos que se extienden mucho después de que cesan los combates.

La viceministra de Relaciones Exteriores de Sierra Leona, Francess Piagie Alghali, destacó en una reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que, tras el conflicto que asoló su país durante una década, no solo se sufrieron víctimas humanas, sino también un deterioro considerable en la biodiversidad, así como la migración forzada de la fauna silvestre y el abandono de tierras agrícolas. Este evento coincidió con el debate sobre el impacto ambiental de los conflictos y los riesgos de seguridad vinculados al cambio climático.

El panorama es sombrío: más de 2,000 millones de personas, aproximadamente una cuarta parte de la población mundial, habitan en áreas afectadas por conflictos. La directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, advirtió que la contamina-ción generada por la guerra, junto con la destrucción de ecosistemas vitales, repercuten en la seguridad alimentaria y hídrica, además de agravar problemas de salud.

En Gaza, dos años de enfrentamientos han llevado a la devastación de casi la totalidad de los cultivos arbóreos y anuales, mientras que en Ucrania, la destrucción de infraestructuras ha resultado en inundaciones que han asolado más de 600 km² de terreno, causando pérdidas irreversibles en hábitats naturales. Estos ejemplos ilustran cómo los conflictos armados generan devastación no solo a nivel humano, sino también ecológico.

El contexto del debate también se vincula con el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, que subraya la necesidad urgente de establecer marcos legales más robustos para proteger el medio ambiente. Aunque todavía falta un tratado universal que sea obligatorio, hay iniciativas en marcha que buscan reforzar la protección del entorno natural en contextos bélicos.

Desde Haití, Maranatha Dinat, de la organización humanitaria World Relief, enfatizó la interrelación entre la degradación ambiental, el clima y la inestabilidad política, lo que socava la paz y el desarrollo sostenible. Por ello, es crucial conectar la acción humanitaria con herramientas para la adaptación climática, favoreciendo la cohesión social y la estabilidad.

El PNUMA también ha llamado a aumentar las inversiones en adaptación climática, subrayando la importancia de limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius. A medida que se acercan eventos internacionales como la COP30, la urgencia por promover estrategias efectivas en mitigación y adaptación se hace más evidente, ya que cada grado cuenta en la búsqueda de un futuro más seguro y próspero.
Fuente: ONU últimas noticias