Decenas de indígenas de la Amazonia se manifestaron el viernes bloqueando la entrada principal de la conferencia sobre el clima COP30, demandando un diálogo directo con el presidente de Brasil sobre la alarmante situación que enfrentan los pueblos originarios del país. Un grupo de aproximadamente 50 miembros del pueblo Munduruku, apoyados por diversas organizaciones ecologistas, mantuvo el bloqueo durante varias horas. A lo largo de la protesta, los manifestantes entonaron cantos y eslóganes, sosteniendo pancartas que proclamaban la sacralidad de su territorio y rechazaban la invasión y el turismo depredador en sus tierras.
La conversación entre los líderes indígenas y el presidente de la COP, André Corrêado Lago, se extendió durante cerca de una hora. Simon Stiel, secretario de la ONU para el Cambio Climático, había anticipado el encuentro, señalando que las promesas de inclusión de las comunidades indígenas en las negociaciones climáticas a menudo no se concretan en acciones efectivas sobre el terreno. Emiliano Medina, representante indígena desde Chile, enfatizó que las políticas públicas vigentes para proteger los derechos de los pueblos originarios son insuficientes y la implementación de mejoras avanza a un ritmo muy lento.
En otro contexto, el mismo día, Brasil y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaron el «Plan de Acción de Belém para la Salud», la primera iniciativa global de adaptación climática enfocada específicamente en la salud. Esta propuesta busca fortalecer los sistemas de salud en respuesta a los fenómenos climáticos extremos, como olas de calor y brotes de enfermedades. Elena Villalobos de la OMS destacó un compromiso filantrópico por 300 millones de dólares para apoyar este plan, explicando que sólo un pequeño porcentaje de los fondos globales para cambio climático se destina a cuestiones relacionadas con la salud.
Mientras tanto, a nivel internacional, la ONU condenó los recientes ataques incendiarios perpetrados por colonos israelíes en Cisjordania, calificando estas acciones como “aborrecibles”. El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos indicó que el incremento de la violencia contra los palestinos ha alcanzado niveles alarmantes, con 260 ataques documentados solo el mes pasado, lo que representa un récord desde 2006. Además, se señaló una profunda impunidad en la falta de investigaciones efectivas sobre estos incidentes.
Por último, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, alertó sobre las atrocidades en El Fasher, Sudán, destacando que la comunidad internacional ha fallado en prevenir los “crímenes de extrema gravedad” que ahí se perpetúan, siendo estas violaciones de derechos humanos un reflejo del ineficaz accionar global ante situaciones críticas.
Fuente: ONU últimas noticias





