En el momento de su nacimiento, una niña ya posee alrededor de un millón de óvulos en sus ovarios. A medida que crece, la cantidad disminuye gradualmente y, cuando llega a la pubertad, solo quedan alrededor de 300,000 óvulos.
Este número disminuye aún más a lo largo de los años debido a la ovulación mensual y otros factores, como el envejecimiento y el estrés. En promedio, una mujer solo liberará alrededor de 400 óvulos durante su vida fértil.
A partir de los 35 años, la reserva de óvulos disminuye rápidamente, lo que aumenta la dificultad para concebir y aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo. A medida que una mujer se acerca a la menopausia, su reserva de óvulos casi se agota, lo que marca el final de su fertilidad.
Sin embargo, existen técnicas médicas, como la fertilización in vitro y la congelación de óvulos, que pueden ayudar a las mujeres a preservar su fertilidad y tener la opción de ser madres más adelante en la vida, incluso después de que su reserva natural de óvulos se haya agotado.
Es importante que las mujeres entiendan la importancia de su reserva de óvulos y sean conscientes de las opciones disponibles para ellas si desean tener hijos en el futuro. Mantener un estilo de vida saludable y buscar asesoramiento médico temprano puede marcar la diferencia en su capacidad para concebir más adelante en la vida.
