Según expertos en pediatría, es normal que los niños tengan fiebre durante varios días en respuesta a una infección viral o bacteriana. La fiebre en sí misma no es una enfermedad, sino más bien un síntoma de que el cuerpo está luchando contra la infección. Por lo tanto, la duración de la fiebre puede variar dependiendo de la causa subyacente.
En general, la fiebre causada por infecciones virales suele durar entre tres y cinco días, aunque en algunos casos puede persistir durante una semana o más. Por otro lado, la fiebre causada por infecciones bacterianas tiende a durar más tiempo y puede requerir tratamiento con antibióticos.
Es importante monitorear la fiebre de un niño y buscar atención médica si dura más de cinco días, si el niño tiene menos de tres meses de edad, o si la fiebre va acompañada de otros síntomas preocupantes como dificultad para respirar, letargo o convulsiones.
La fiebre en sí misma no es peligrosa, siempre y cuando se maneje adecuadamente. Es importante asegurarse de que el niño se mantenga hidratado, se sienta cómodo y descanse lo suficiente. Además, es fundamental tratar de identificar la causa subyacente de la fiebre, ya sea viral o bacteriana, para determinar el curso adecuado de acción.
En resumen, la duración de la fiebre en niños puede variar dependiendo de la causa subyacente, pero en general, la fiebre que dura más de cinco días o está acompañada de otros síntomas preocupantes debe ser evaluada por un médico. El cuidado y la atención adecuados pueden ayudar a que el niño se recupere rápidamente y sin complicaciones.
