El Girondins de Burdeos se impuso ayer por 1 – 0 a Olympiacos. Los griegos fueron los que dominaron el juego pero sin mucha profundidad, más o menos igual que el equipo entrenado por el francés Laurent Blanc.
Muchas cosas se le pueden reprochar al Girondins pero lo que está claro es que no va a ser su efectividad. Ocho de los nueve goles que lleva en la Champions League son resultado de jugadas de estrategia a balón parado. El prodigioso jugador francés Gourcuff centró al área un balón que fue medido a la cabeza de Ciani que introdujo el balón en la portería de Nikopolidis.
Después del gol, los griegos quedaron aturdidos y no crearon peligro hasta el final del partido, cuando anularon un gol a Webb por una supuesta falta a Carrasco.