No fue lo mismo que en las Olimpiadas y eso que el guión parecía igual, porque Croacia llegaba como favorita y España iba a dar la sorpresa, pero en esta ocasión la afición no le permitió relajarse a los suyos, y aunque podamos decir que el arbitraje fue riguroso, no afectó en ningún momento el resultado, porque en todo momento los croatas fueron mejores.
El equipo español salió frio y desconcentrado y sin darnos cuenta el resultado reflejaba un 2-7, así que desde el minuto cinco la cuesta arriba fue constante, y otro de los problemas que tenían Iker Romero y compañia es que cuando querían correr no lo hacían bien, perdían la oportunidad de marcar » de manera fácil», además de no aprovechar las superioridades numéricas, incluso acababan con el marcador favorable en los dos minutos de exclusión.
En el segundo tiempo podía haber llegado la remontada, porque después de acabar el primer tiempo ocho goles por debajo, la selección empezó muy fuerte en defensa, impidiendo los goles croatas, y en ataque estaban más serios, pero cuando se podían poner cuatro abajo, se perdió un balón tonto y vino el desastre hasta el final 32-22, hay que decir que no se puede fallar tanto de seis y siete metros, porque es regalar muchas oportunidades, así que ante Corea se tiene que mejorar mucho si sequiere estar entre los doce primeros.