La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha alertado sobre los alarmantes recortes de financiación que están afectando gravemente el apoyo esencial a los refugiados más vulnerables en todo el mundo. Esta situación coloca a millones de personas en riesgo incrementado de violencia, peligro y muerte, afectando especialmente a quienes han encontrado refugio en países vecinos y a las comunidades que los acogen, ya al borde de sus posibilidades.
La crisis financiera que atraviesa la Agencia, intensificada por la reducción de fondos provenientes de Estados Unidos, ha conducido al cierre de programas cruciales de asistencia que benefician a estas poblaciones. Más de 17,4 millones de niños refugiados están amenazados por la violencia, los abusos y la explotación, y sin respuestas adecuadas de protección, su bienestar y desarrollo se ven comprometidos a largo plazo.
En Jordania, 200.000 mujeres y niños vulnerables no cuentan con el apoyo que antes recibían, debido a la clausura de 63 programas humanitarios que ofrecían asistencia especializada. En diversos países africanos, el cierre de iniciativas destinadas a prevenir la violencia contra las mujeres ha dejado a supervivientes sin el apoyo psicosocial y legal necesario.
Sudán del Sur enfrenta una situación crítica, donde el 75% de los espacios de ACNUR destinados a mujeres y niñas han cesado operaciones, afectando a alrededor de 80.000 víctimas de violencia sexual. También en Colombia, más de 500.000 venezolanos corren el riesgo de perder su documentación, lo que dificultará su integración y acceso a servicios básicos.
El apoyo al registro de nacimientos en la República Democrática del Congo ha disminuido drásticamente, dejando a más del 85% de 14.000 niños refugiados en riesgo de apatridia. En Malí, la suspensión del registro biométrico ha negado derechos básicos a 19.800 solicitantes de asilo.
En Siria, más de medio millón de refugiados ha regresado a pesar de la inestabilidad, aunque su reintegración sostenible depende de una mejor financiación. Por otro lado, otros refugiados, como 12.000 centroafricanos en Chad y Camerún, que desean regresar, se han visto privado del apoyo necesario para hacerlo.
La retirada de Estados Unidos del programa de reasentamiento de refugiados ha dejado un vacío significativo. Elizabeth Tan, directora de protección internacional de ACNUR, destacó este hecho como un golpe devastador para los refugiados a nivel mundial. «El reasentamiento, aunque es una solución para un número limitado, salva vidas y se traduce en una sensación de esperanza que muchos, desafortunadamente, no están experimentando en la actualidad», concluyó.
Fuente: ONU últimas noticias