La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha emitido una grave advertencia sobre la creciente emergencia humanitaria en el este de Chad, donde el número de personas refugiadas sudanesas ha experimentado un alarmante aumento, triplicándose en poco más de dos años desde el inicio del conflicto en Sudán. Dossou Patrice Ahouansou, portavoz de ACNUR, destacó en una rueda de prensa desde Ginebra que, desde el inicio de la guerra, cuatro millones de personas han huido hacia países vecinos, lo que representa un hito devastador en una de las crisis de desplazamiento más críticas del mundo.
Según Ahouansou, la situación podría empeorar si el conflicto persiste, ya que miles de personas más se verían obligadas a huir, lo que pondría en riesgo tanto la estabilidad regional como la global. Muchas de estas personas han escapan aterrorizadas, atravesando zonas de combate y enfrentándose a extorsiones y estrictas restricciones impuestas por grupos armados.
Desde abril de 2023, más de 844.000 refugiados han cruzado la frontera hacia Chad. En total, más de 1,2 millones de refugiados sudaneses han buscado asilo en el país, superando con creces el total de dos décadas anteriores y ejerciendo una presión insostenible sobre los recursos de respuesta de Chad. La llegada de los últimos refugiados comenzó tras violentos ataques por parte de grupos armados en el norte de Darfur, con un promedio de 1,400 personas cruzando la frontera diariamente en las últimas semanas.
La situación también es desesperada en la frontera, donde alrededor de 239.000 refugiados se encuentran atrapados, expuestos a las inclemencias meteorológicas y a la inseguridad. Las entrevistas realizadas por equipos de ACNUR a 6,810 refugiados recién llegados desde finales de abril han revelado relatos desgarradores de violencia y pérdida, con un alarmante 72% de ellos informando haber sufrido graves violaciones de derechos humanos.
Además, la crisis afecta severamente a los niños, con un 66% de ellos fuera del sistema educativo. Historias como la de Hawa, una niña de siete años que huyó con su hermana tras perder a su familia en un bombardeo, destacan el devastador impacto del conflicto. Hawa, que sufrió gravísimas heridas que requieren amputación, es solo un ejemplo de los muchos civiles atrapados en esta situación.
Ante esta situación crítica, ACNUR ha reiterado la necesidad urgente de ampliar la atención médica y el apoyo en salud mental, subrayando que la respuesta de emergencia aún carece de financiación adecuada. Ahouansou instó a la comunidad internacional a actuar y poner fin a las violaciones de derechos humanos en Sudán, enfatizando que las vidas y el futuro de millones de personas inocentes, incluidos los niños, están en juego. Un aumento significativo en la financiación es crucial para proporcionar la asistencia vital necesaria en este momento de crisis.
Fuente: ONU últimas noticias