En la tercera jornada de la Conferencia de las Partes (COP29) que se lleva a cabo en Bakú, el Secretario General de la ONU, António Guterres, subrayó la necesidad de que la transición energética global no se convierta en una «estampida de codicia» que perjudiquen a las poblaciones más vulnerables. Guterres destacó que la creciente demanda de minerales esenciales para la producción de vehículos eléctricos y paneles solares debe ser manejada con cuidado, enfatizando que el objetivo de la conferencia debe centrarse en la justicia y el desarrollo sostenible.
El Secretario General recordó que, a medida que los gobiernos se comprometen a triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030 y eliminar gradualmente los combustibles fósiles, los países en desarrollo ricos en recursos minerales podrían beneficiarse significativamente. Sin embargo, alertó que estos beneficios no siempre se concretan y que, por el contrario, a menudo se repiten los errores del pasado con la explotación de comunidades locales, la violación de derechos humanos y la degradación del medio ambiente.
En otro panel durante la conferencia, Guterres hizo hincapié en la importancia de los sistemas de alerta temprana para enfrentar las calamidades climáticas, que se están volviendo cada vez más comunes. Afirmó que los sistemas de alerta no son un lujo, sino una necesidad crítica, especialmente en un año que amenaza con ser el más caluroso registrado. La ONU trabaja para que, para 2027, todas las personas en el mundo estén cubiertas por estos sistemas, aunque casi la mitad de los países aún carecen de ellos por falta de datos adecuados. Guterres solicitó más financiación para proteger a las comunidades más vulnerables y lanzó una iniciativa para mejorar la cooperación internacional en medidas de protección contra el calor extremo.
En un contexto diferente, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió sobre la grave situación de los mercados en Gaza, que se encuentran «en descomposición» ante la inminente hambruna. Con un acceso limitado a alimentos frescos y precios que han alcanzado niveles históricos, la población gazaí ha enfrentado un aumento preocupante en la inseguridad alimentaria. Además, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que sus intentos de llevar ayuda humanitaria a las zonas afectadas en el norte de Gaza han sido sistemáticamente frustrados. Estas tensiones han desplazado a aproximadamente 130.000 personas y han profundizado aún más la crisis humanitaria en la región, donde las condiciones de vida se deterioran rápidamente.
Fuente: ONU últimas noticias