La diabetes gestacional es una complicación que puede afectar a un porcentaje considerable de mujeres durante el embarazo, manifestándose en un rango que oscila entre el 4% y el 10% de las embarazadas. Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa, enfatiza la importancia de un buen control médico y de adoptar hábitos de vida saludables para minimizar los riesgos. Si bien esta condición puede traer consigo complicaciones tanto para la madre como para el bebé, con un adecuado seguimiento se pueden lograr embarazos y partos sin complicaciones.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar diabetes gestacional, Novoa menciona un índice de masa corporal superior a 30, haber tenido un bebé con un peso de más de 4 kg en gestaciones anteriores, y antecedentes familiares de diabetes. La edad materna también juega un papel importante, especialmente en mujeres mayores de 35 años, así como la pertenencia a ciertos grupos étnicos.
Los riesgos asociados a la diabetes gestacional incluyen la posibilidad de que la madre enfrente un parto inducido o una cesárea, complicaciones durante el parto, y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro. Por otro lado, los bebés pueden nacer con un peso mayor al normal, contar con un exceso de líquido amniótico, y requerir cuidados especiales tras el nacimiento. Por este motivo, Novoa destaca la relevancia de un diagnóstico precoz y un seguimiento estrecho, trabajando de manera coordinada con profesionales de otras especialidades, como la medicina fetal y la endocrinología.
El tratamiento esencial para la diabetes gestacional implica seguir una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico de manera regular, y mantener un control estricto de los niveles de glucosa en sangre. En algunos casos, puede ser necesaria la administración de insulina o medicamentos orales. Un simple hábito, como caminar 30 minutos después de las comidas, puede contribuir significativamente a un adecuado control glucémico.
Aunque la diabetes gestacional suele desaparecer tras el parto, se sugiere realizar controles médicos periódicos, dado que un notable porcentaje de mujeres desarrollarán diabetes tipo 2 en el futuro. Además, más de la mitad de las mujeres que han experimentado diabetes gestacional podrían padecerla nuevamente en embarazos posteriores.
En cuanto a la alimentación, Novoa aconseja adoptar una dieta que priorice los carbohidratos saludables, así como el consumo de verduras, legumbres y lácteos sin azúcar. También es fundamental evitar los azúcares y las bebidas edulcoradas, controlar las porciones y repartir la ingesta de carbohidratos a lo largo del día para evitar picos de glucosa. Finaliza su intervención subrayando la necesidad de incluir proteínas y verduras en todas las comidas principales.
La diabetes gestacional puede ser una fuente de preocupación para muchas mujeres, pero con un manejo apropiado, tanto la madre como el bebé pueden disfrutar de un embarazo y parto saludables. En Policlínica Gipuzkoa se cuenta con un equipo multidisciplinario que acompaña a las gestantes en todo su proceso.