Los hogares venezolanos están desempeñando un papel crucial en las economías de América Latina y el Caribe, contribuyendo con más de 10.600 millones de dólares anuales, principalmente a través del gasto en vivienda, alimentos, educación y servicios de salud. Esta información proviene de un reciente estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), publicado coincidiendo con el Día Internacional del Migrante.
El informe destaca el impacto significativo que el consumo de los migrantes tiene en el crecimiento regional. La directora regional de la OIM para América Latina y el Caribe, Maria Moita, enfatizó que “los países de América Latina y el Caribe han comprobado que la migración es una fuente de crecimiento económico, así como de creatividad y dinamismo”. Además, la OIM señala que expandir las oportunidades de regularización e integración para los migrantes no solo beneficia a ellos, sino que también favorece a toda la sociedad.
En términos fiscales, los migrantes venezolanos realizan contribuciones que representan alrededor del 1,2% del total de la recaudación tributaria en los países analizados. En Colombia, por ejemplo, esta aportación ha superado los 529 millones de dólares en un solo año. A esto se suma que los emprendimientos liderados por venezolanos están creando miles de puestos de trabajo en la región; se estima que han generado aproximadamente 40.000 empleos en Panamá y han movilizado inversiones por más de 1.100 millones de dólares en Aruba.
Sin embargo, el informe también pone de manifiesto que, a pesar de la alta formación técnica y universitaria de la población migrante, sigue existiendo un fuerte potencial no aprovechado. Se estima que el 82% de las personas venezolanas en la región trabaja en el mercado laboral informal, y el 41% carece de acceso a crédito y a servicios financieros formales. Estas barreras limitan su autonomía económica y dificultan su capacidad para contribuir al desarrollo local de manera más significativa.
La OIM aclara que la informalidad no se debe únicamente a la falta de regularización, sino a obstáculos estructurales que impiden el acceso al empleo formal. En este contexto, el estudio resalta que el 70% de los 6,9 millones de venezolanos que residen en la región cuenta actualmente con un estatus migratorio regular. Este avance ha permitido a muchas personas acceder a oportunidades que antes les eran inaccesibles, lo que resalta la importancia de la regularización como base para reducir la informalidad y maximizar el impacto económico de los migrantes.
La OIM hace un llamado a los gobiernos a renovar su compromiso con políticas que no solo reconozcan las contribuciones de los migrantes, sino que también garanticen sus derechos y respalden esfuerzos de integración que beneficien a ambas partes: migrantes y comunidades de acogida.
Fuente: ONU últimas noticias





