Hace tiempo (más de dos años) tuve la oportunidad de hacer un contacto rápido con el Smart ForFour, un utilitario de cinco puertas que fracasó por completo y que se dejó de vender poco después de que se matriculara la unidad que probé. Como por desgracia no tengo el carné, no pude conducirlo, pero sí pude ver cómo lo condujeron.
Rebuscando en mi disco duro he encontrado las imágenes, y seguidamente mi cerebro ha sacado los recuerdos, por lo que quiero compartir mi experiencia con todos vosotros.
Exteriormente, el Smart ForFour es bastante sencillo. En la parte frontal abundan las placas de plástico, y el motor, de pequeñas dimensiones, se encuentra debajo del igualmente pequeño capó.
La estética trasera es, para decirlo suavemente, curiosa. Los faros marcan la franja de color negro que envuelve la luneta. Los parachoques son bastante llamativos, pues sus dimensiones destacan respeto todo el coche. Lo único que no me gusta de la parte trasera es que se vea el tubo de escape; tiene un diseño algo feo.
Un detalle del Smart ForTwo que también se ve incluido en el ForFour es el estilo del tirador de las puertas. Son muy fáciles de abrir, y el tacto no es nada malo. Su aspecto puede parecer «barato», pero creo que si hubiesen sido del mismo color que la carrocería, el coche perdería un poco.
Según me contaron, el coche iba a ser negro y con la célula de seguridad Tridion en gris, pero como era una unidad de stock, no pudieron pedir extras. Lo único que se pudo escoger fue el motor, en este caso un 1.3 gasolina de 95 CV.
Sus reducidas dimensiones permiten aparcarlo en casi cualquier hueco, pero esto no influye en el espacio interior. Es más, en el habitáculo uno no se siente agobiado, siempre que no mida más de metro ochenta.
El aspecto del salpicadero es bastante sencillo. Tiene detalles que en el ForTwo también están presentes, como el hueco bajo la guantera o el sistema de desactivado del airbag del acompañante. Un detalle importante, teniendo en cuenta que ese Smart iba como alternativa espaciosa y no mucho más cara al de dos plazas.
Un detalle que me gustó muchísimo es que la banqueta trasera era deslizante. Ésta, incluso estando lo más cerca posible de los asientos delanteros, ofrecía bastante espacio, aunque como he mencionado antes, lo que más molestaba era nuestra estatura; si ésta supera el metro ochenta aproximadamente, nos vamos a encontrar un poco incómodos.
Si la banqueta la deslizamos hacia atrás hasta alcanzar su máximo, el maletero disminuye poco de volumen, aunque puede albergar perfectamente un par de maletas y una bolsa.
Ahora que ya no se vende, el Smart ForFour, que alberga cuatro personas en su interior, se puede encontrar a un precio razonable en el mercado de segunda mano.
En cuanto al motor, tengo que decir que se puede aprovechar casi todo de él, pues el coche pesa poco y su potencia se nota bastante. El par motor se alcanza a altas revoluciones, cosa que, gracis a su reducido peso, no influye si se usa por ciudad: normalmente en centros urbanos se conduce a bajas revoluciones y en los motores gasolina se echa en falta, a mi parecer, algo de tirón, pero si el coche es ligero, como es el caso del Smart ForFour, no se necesita mucho más.
Espero que os haya gustado esta prueba. Fotos: Castro. Copyright: Coches y Motores.