La situación en el norte de Gaza se ha vuelto desesperada, según denuncia el comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA). En medio de un contexto de bombardeos ininterrumpidos por parte de las fuerzas israelíes, los habitantes de la zona viven con la constante sensación de inminente muerte. “La gente sólo espera morir”, afirma Lazzarini, quien subraya que el “olor a muerte está por todas partes”, a medida que los cuerpos de las víctimas permanecen tendidos en las calles y bajo los escombros. Las misiones humanitarias para retirar los cadáveres y proporcionar asistencia han sido denegadas, dejando al personal de UNRWA en una situación de impotencia, sin acceso a comida, agua o atención médica después de tres semanas de conflicto.
Los civiles atrapados en esta zona se sienten completamente abandonados y desesperados, viviendo en un estado de angustia constante. “Viven hora a hora, temiendo la muerte a cada segundo”, manifiesta Lazzarini, quien ha instado a la comunidad internacional a exigir una tregua, aunque sea temporal, para permitir el paso seguro de los civiles. Los testimonios de los desplazados reflejan un panorama sombrío; una mujer del centro Al Karmel describe la angustia que sufren los niños, quienes duermen temblando por miedo y gritan en sus sueños debido a la terrorífica realidad que enfrentan.
En otro frente, un bombardeo israelí cerca del Hospital Universitario Rafik Hariri en Beirut ha dejado un saldo trágico de al menos 18 muertos, entre ellos cuatro niños, con más de 60 personas heridas. Este incidente ha suscitado la condena del Alto Comisionado de Derechos Humanos, Volker Turk, quien ha exigido una investigación exhaustiva de cualquier ataque que afecte a instalaciones médicas. El hospital, uno de los principales de Beirut y vital en el contexto del conflicto, también sufrió daños significativos en el ataque.
Mientras tanto, la población de Ucrania ha enfrentado un drástico descenso; desde que comenzó la invasión rusa en 2022, el país ha perdido aproximadamente ocho millones de habitantes. Según un análisis del Fondo de Población de la ONU (UNFPA), la población actual es de 35 millones, en comparación con los 43 millones de 2022. Este decrecimiento se atribuye a un complejo entramado de factores que incluye la baja tasa de natalidad y la migración masiva de jóvenes. La actual tasa de natalidad, de un hijo por mujer, está muy por debajo del umbral necesario para mantener la población, lo que agrava aún más la crisis demográfica.
Por último, el informe de ACNUR destaca que Honduras, uno de los países con mayor número de desplazados internos en América Latina, enfrenta una grave crisis debido a la falta de justicia. Entre 2004 y 2018, más de 250,000 personas, el 2.5 % de la población, se vieron obligadas a abandonar sus hogares. La violencia, la inseguridad y el cambio climático son factores que contribuyen al desplazamiento, creando un ciclo vicioso que complica aún más el acceso a la justicia. A medida que la situación se intensifica en diferentes partes del mundo, la comunidad internacional continúa enfrentando desafíos significativos para abordar las crisis humanitarias en curso.
Fuente: ONU últimas noticias