Las tormentas invernales han impactado severamente a cientos de familias en Gaza, que se ven forzadas a vivir en condiciones precarias en tiendas de campaña hechas de lonas y plásticos en lugares como Deir al-Balah y el norte de la franja. Los daños provocados por estas tormentas han hecho que muchos de estos refugios improvisados se vuelvan inservibles. Ante esta situación alarmante, los equipos de la ONU están preparando la distribución de 1,500 tiendas de campaña para ayudar a aquellos que están regresando al norte de Gaza, donde se encuentran con sus hogares en ruinas.
Desde el establecimiento del alto el fuego el pasado 19 de enero, se han introducido miles de camiones de ayuda en la región. Sin embargo, la necesidad de asistencia humanitaria sigue siendo abrumadora. Rosalía Bollen, representante de UNICEF, relató las drásticas condiciones bajo las cuales viven las familias: «Hay una tormenta invernal. Hace un frío increíble. No tengo ni idea de cómo la gente puede dormir por la noche en sus tiendas improvisadas.» Según Bollen, muchos de los retornados han tenido que construir una vivienda temporal sobre los escombros de sus casas.
A pesar de los esfuerzos de las agencias humanitarias, la situación sigue siendo crítica. Bollen enfatizó que aunque han aumentado la asistencia, «las necesidades se están disparando» y que los trabajadores humanitarios enfrentan enormes desafíos para ayudar a quienes sufren.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) está trabajando incansablemente para proporcionar alimentos y agua a familias y niños que han recorrido largas distancias para regresar a sus hogares. Desde el inicio del alto el fuego, UNRWA ha abierto diez refugios de emergencia y ha distribuido más de 16,000 lonas impermeables, mantas y ropa de invierno para mitigar el sufrimiento de la población.
En medio de esta crisis humanitaria, casi 40,000 refugiados palestinos han sido desplazados en Cisjordania debido a la intensificación de las operaciones militares israelíes. Este aumento de la violencia ha llevado a que varios campos de refugiados queden prácticamente desiertos. Desde el inicio de la operación «Muro de Hierro» el 21 de enero, se han visto obligadas a abandonar sus hogares en áreas como Yenín, Tulkarm, Nur Shams y El Far’a.
Las fuerzas israelíes han incrementado sus operativos a gran escala en la región desde mediados de 2023, resultando en el desplazamiento forzado de miles de familias y dejando los campos de refugiados en el norte en condiciones inhabitables. La situación en Gaza y Cisjordania sigue siendo desesperante, con un aumento de las necesidades humanitarias que requieren una respuesta urgente y efectiva.
Fuente: ONU últimas noticias