El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha alcanzado un importante hito en la conservación del patrimonio artístico, gracias a la exitosa campaña de micromecenazgo destinada a la restauración de «El Puente de Waterloo» (1906) de André Derain. La iniciativa ha concluido con una recaudación de 23.396 euros, lograda con la contribución de 207 individuos y 4 empresas.
Un ejemplo de compromiso ciudadano y empresarial
Entre los colaboradores destaca la mecenas Sabela González y empresas como Spain Inside Selected Experiences y Tauck. Su generosidad, junto con el apoyo significativo de Mastercard, ha sido crucial para el éxito de esta campaña. Además, se resalta la participación de los Amigos del Museo, cuya contribución representa el 68% de las donaciones individuales.
Contribuciones clave para la restauración
Durante cuatro meses, la campaña ha permitido a los amantes del arte participar con aportes desde 25 euros. Este esfuerzo colectivo facilitará la restauración de una pieza clave de la colección Thyssen-Bornemisza, devolviéndole sus colores originales.
Desafíos y procesos de la restauración
Dada la fragilidad de «El Puente de Waterloo», el equipo del museo se encuentra en proceso de determinar el tratamiento más adecuado. Los trabajos, previstos hasta 2025, incluirán análisis técnico y de laboratorio, refuerzo de bordes, estudio y consolidación de la capa pictórica, y limpieza de barnices y suciedad. Además, el proceso será meticulosamente documentado a través de fotografías de alta definición.
Impacto y legado
La campaña de micromecenazgo no solo ha demostrado el poder de la colaboración entre el sector público, empresas y particulares en la preservación del arte, sino que también refuerza el compromiso del Museo Thyssen-Bornemisza con la salvaguarda de su invaluable colección para las futuras generaciones. La restauración de «El Puente de Waterloo» de Derain no solo revitalizará una obra maestra, sino que también enriquecerá el patrimonio cultural accesible a todos los públicos.
